La concurrencia centro y sudamericana es masiva, atronadora, receptiva, entregada, fanática y paga con gotas de sangre, sudor y lágrimas por cada boleto. Los gringos, en cambio, sólo asisten porque están aburridos y tienen los medios. Los iberoamericanos acudimos porque sencillamente amamos al buenazo del tío Paul
- 21 dic 25 05:00
- 20 dic 25 21:55
- 20 dic 25 21:51
- LO ÚLTIMO