Poeta y ministra
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Creo en la poeta y abogada que en su línea discursiva habla de hacer frente a la corrupción, será inflexible como ministra de la SCJN, pero no tendrá ausencia de sensibilidad
El catalán Joan Manuel Serrat es un ícono del canto de autor que incursionó con su entonces fresca voz de trino en el mundo de la música. Ofrecía una propuesta muy original, quizá la más innovadora de su tiempo porque las vivencias de infancia y adolescencia fueron determinantes, ya que su padre fue obrero y anarquista.
En sus veintes tempranos, inició una carrera profesional que mantiene con otros matices ahora que cuenta con 75 años en que sigue participando en conciertos.
Era Joan Manuel un intelectual en ciernes que se paraba frente a públicos de personas jóvenes que buscaban cambiar el mundo de entonces, muy distintos a los jóvenes de ahora a los que no les importa mucho lo que ocurre en el planeta.
Serrat cantaba a las cosas simples desde su época juvenil, cantaba para la defensa de la Madre Tierra (ya estaban depredándose los bosques). Finalmente era un poeta que se llegó a dar permiso de ser cantante, compositor y actor aunque no ha dejado de producir versos para dar contexto a versos de otros como es el caso del poema “Proverbios y cantares”, de Antonio Machado, cuyo fragmento XXIX recité antes de iniciar un discurso el 4 de diciembre pasado en la ceremonia de entrega de la Medalla al Mérito Cívico, cito: Caminante son tus huellas el camino y nada más / Caminante no hay camino / se hace camino al andar/ Al andar se hace el camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca ha de volver a pisarse
Los versos de Machado inspiraron la letra del tema “Cantares”, de Serrat.
¿Qué es lo que ha inspirado a Margarita Ríos-Farjat, quien es una poeta que se ha dado permiso de tener una exitosa carrera como abogada? En su recientes biografía no se señala su oficio literario, sólo sus estudios formales.
Ríos-Farjat se casó con Gabriel Cavazos Villanueva, hijo del gran historiador Israel Cavazos Garza y de la también historiadora Lilia Villanueva. Sus suegros le tuvieron un especial afecto.
Desde muy joven, al acuñar las letras de sus poemas, tuvo ideas discursivas vinculadas al deber ser. En el tiempo en que fue parte del movimiento “Gatos de Azotea” que lideraba mi inolvidable exdiscípulo, ya destacaba su pluma. La poesía que escribe, aunque parte de Aridoamérica, proyecta una sensibilidad universal.
El ejercicio de la escritura lo siguió manteniendo como editorialista del periódico “El Norte”, donde comunicó por años sus conceptos en torno a temas legales.
Este año Ríos-Farjat causó muy buena impresión en un encuentro a la que fue invitada por la Canacintra Nacional en su sede de la ciudad de México. Clarisa Salas, analista política experta en enlaces legislativos elogió la manera llana y directa en que expresó sus proyectos en el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Salas me comentó que esperaría que algunos miembros del gabinete del actual Presidente de la República contaran con la claridad de pensamiento y de lenguaje de Margarita.
Creo en la poeta y abogada que en su línea discursiva habla de hacer frente a la corrupción, será inflexible como ministra de la SCJN, pero no tendrá ausencia de sensibilidad.
Seguro estoy que nunca dejará la poesía. Recogiendo la idea central de su poemario de título, “Si las horas llegaran para quedarse”, Ana Margarita Ríos-Farjat llegó para quedarse en una responsabilidad que requiere de capacidades como las que tiene sobradamente.
Carlos Gómez
Mundo Sustentable