Porto Velho, una de las capitales de la Amazonía brasileña amanece cubierta de humo
Las llamas continúan devorando la selva amazónica en medio de una creciente indignación popular, una tragedia que las organizaciones ecologistas achacan a la "retórica antiambiental" del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Porto Velho, la capital del estado brasileño de Rondonia (norte) y una de las principales urbes de la Amazonía, amaneció este viernes cubierta por el humo provocado por los grandes incendios que devastan parte de la selva y que llamó la atención de la comunidad internacional.
A pesar de que la población de Porto Velho esta acostumbrada al humo originado por los incendios en esta época del año, causados por la fuerte sequía y las altas temperaturas, esta vez la intensidad de los mismos se sinteron con más fuerza.
En la última semana, según el hospital público infantil Cosme e Damiao, la atención a menores con problemas respiratorios se triplicó y alcanzó 380 casos.
Desde la llegada al aeropuerto internacional Governador Jorge Teixeira de Oliveira, del que fueron desviados algunos vuelos en los últimos días, se comienza a sentir el olor a humo que invade esta ciudad de casi 600.,000 habitantes.
La Policía de Carreteras, en tanto, alertó sobre redoblar la precaución en la carretera federal BR-365, que comunica al estado de Rondonia con el esto del país y donde a pesar de la fuerte nebulosa provocada por el humo, lo que dificulta la visión de los conductores, no se han reportado accidentes.
De acuerdo con el estatal Sistema de Protección de la Amazonía (Sipam) desde hacía dos meses no llovía en la región y las precipitaciones que se presentaron el lunes no fueron suficientes para apaciguar los focos de incendios en la selva próxima y que llegaron a alcanzar barrios rurales de Porto Velho, como el Nacional.
Las llamas continúan devorando la selva amazónica en medio de una creciente indignación popular, una tragedia que las organizaciones ecologistas achacan a la "retórica antiambiental" del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien, a su vez, calificó a las ONG como las "mayores sospechosas" del desastre.
Bolsonaro afirmó que no tenía pruebas, pero que parte de los incendios, los provocados por deforestación y no por causas naturales, pueden tener por detrás la acción humana de hacendados y, a su juicio, de las ONG, a las que su Gobierno les recortó parte del presupuesto estatal.
Presionado por las fuertes críticas de la sociedad civil, de organizaciones internacionales y de Gobiernos europeos, el presidente convocó para este viernes una reunión ministerial con carácter de "urgencia" para trazar la estrategia de combate a los incendios.