Promedios en la era de la ira
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Cada vez más se tiende a etiquetar a cada persona en extremos binarios. Por ejemplo, liberales contra conservadores, globalistas contra nacionalistas, o capitalistas contra socialistas. Los moderados se siguen quedando solos como en el juego de las sillas. En un juego de tres jugadores pareciera haber dos sillas exclusivas para quienes están dispuestos a sentarse en cada uno de los extremos, mientras el moderado, que no ve todo blanco o todo negro, siempre se quedará parado y será “cancelado” o descalificado por no ser capaz de sacudirse el “virus” de la moderación. Tras esta década de estabilidad económica mundial se aparecen nubarrones en el horizonte. Después de todo, los ciclos económicos rara vez son tan largos. Hay señales de desaceleración económica alrededor del mundo. México, aunque haya quien dice tener otros datos, ha sido arrastrado a tasas ínfimas de crecimiento, que en el mejor de los casos se tienen que explicar con varios puntos decimales para que el redondeo no marque un cero. En el peor, hay quien asegura que la recesión llegó para quedarse, más si quienes debieran generar “INCEntivos” solamente atinan a generar las primeras cuatro letras, pero se equivocan en las restantes y acaban propagando dosis constantes de “INCErtidumbre”.
Es muy fácil pensar que los tiempos que se viven son peores que antes. Por todos lados hay versiones catastrofistas y es muy sencillo entrar en ese “canal” de que todo está mal, sobre todo si alguien pone atención a las noticias en periódicos, televisión o redes sociales. El pesimismo es contagioso. No es exclusivo de la 4T o de México (aunque las señales del gobierno no ayudan). Aun así, debemos reconocer que la humanidad, en general, ha logrado avances importantes en una infinidad de temas, como por ejemplo: A) haber aumentado la esperanza de vida promedio del ser humano de unos 29 años en el año 1800, a 46 en 1950 y a 71 en 2015. B) La tasa mundial promedio de mortalidad infantil (niños menores de 5 años) ha pasado de 43 por ciento en 1800 a 22.5 por ciento en 1950 y a 4.5 por ciento en 2015. C) La alfabetización mundial en mayores de 15 años ha pasado de un 12 por ciento en 1800 a 56 por ciento en 1950 y a 86 por ciento en 2016. D) El porcentaje de la población mundial que vive en pobreza extrema ha pasado de más de 80 por ciento en 1800 a 55 por ciento en 1950 y a menos del 10 por ciento en el 2015. Tristemente quienes están en la parte equivocada de cualquiera de estas curvas no pueden vivir, leer o comer de promedios. Nos hemos acostumbrado a la brocha gorda (los promedios) para entender muchos temas y formar nuestra visión de la realidad. No tenemos –o dedicamos– tiempo a ir más a fondo en los datos. Nos conformamos con los promedios y nos negamos a entender las desviaciones estándar. No somos capaces de entender la realidad de la dispersión o de los outliers (datos anómalos, extremos o atípicos) que distorsionan la validez analítica del promedio.
Y es la “ceguera de los promedios” que no nos deja entender por qué a donde volteemos hay gente enojada. La democracia y el capitalismo –en sus formas tradicionales– nos pueden llevar hasta cierto punto de madurez como sociedades. Pero es el ajuste fino, ese que nos debe prohibir administrar por promedios, el que se debe mantener en evolución. Tenemos que ser conscientes que si un país tuviera sólo 10 ciudadanos y su Ingreso per cápita fuera de 15 mil pesos, habrá tres ciudadanos que ganen menos de mil pesos, mientras habrá uno que gane 100 mil, otro que gane 20 mil y cinco que ganen 6 mil. Son las inequidades y las desigualdades que se han ido generando y perpetuando las que causan la ira, las protestas, la elección de un mesías. No se trata de abandonar el capitalismo ni la democracia, sino de reconocer que los promedios cómodos no reflejan necesariamente la realidad. Haga usted la prueba la próxima vez que vaya a comprar zapatos en su habitual talla 9. Compre unos talla 11 y otros talla 7, tendrá dos pares de zapatos con la talla promedio exactamente igual a la que usted calza. Le deseo suerte usando cualquiera de los dos pares.
@josedenigris
josedenigris@yahoo.com