Secretaria responde a información de columna de Luis Carlos Plata en VANGUARDIA

Saltillo
/ 13 agosto 2016

    Sr Luis Carlos Plata

    Editorialista del periódico Vanguardia

    En atención a un artículo firmado por usted, aparecido en días anteriores en el periódico Vanguardia bajo el título  ¿Mil obras más en Coahuila?; la realidad y los mitos oficiales quiero hacer algunas precisiones que considero relevantes para sus lectores

    1.- Señala usted: “Hasta aquí no habría inconveniente de no ser porque 570 de la lista, es decir el 57% del total, sencillamente no existían hasta el 12 de julio pasado de acuerdo con un reporte de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SEINT)”.

    Al respecto le comento. 

    Una parte de los eventos llevados a cabo fueron para marcar el inicio de la obra respectiva y así fue explicado no solo en el mensaje correspondiente, sino que además fue obvio para quienes asistieron dado que en el lugar en donde se realizaron éstos no había obra.  Para quienes sí asistieron entonces, no hay sorpresa ni asombro ante la revelación de su artículo.

    Incluso en su propio texto, líneas adelante explica usted mismo la naturaleza de las diferentes ceremonias y lo cito: “… de una jornada en la que son convocados los burócratas del Estado, divididos por grupos, obligados a desplazarse al lugar de las inauguraciones, supervisiones o banderazos de inicio…”.

    2.- Aquí mismo aprovecho para hacer otra precisión: Ninguno de los funcionarios que asistimos con la representación del Gobernador del Estado somos obligados a hacerlo. Llevar esta representación es, al contrario, una distinción para quienes formamos parte de esta administración, pues nos permite destacar lo que hacemos. Creo además, que una actividad de este tipo forma parte de nuestro trabajo y en ese sentido nadie nos obliga a hacer nuestro trabajo, es decir, lo que nos corresponde hacer.

    3.- Señala usted más adelante:“…(que los funcionarios) son invitados a compartir la información de los eventos en sus redes sociales para generar una impresión al difundir el mensaje: la de un Gobierno que construye…”.

    Sobre lo anterior le preciso: Quienes integramos este gobierno efectivamente difundimos en nuestras redes sociales -sean institucionales o personales- los logros de una administración en la que nos desempeñamos y de la que nos sentimos orgullosos, pero no para “generar una impresión” sino para comunicar la realidad de lo que estamos haciendo. 

    Las obras ahí están, en el caso de las concluidas y ahí estarán en su momento las que se iniciaron.  No son una “impresión” sino una realidad y obedecen a las necesidades  en cada comunidad.

    4.- Señala usted atinadamente otros asuntos de los que la administración se ocupa. No sé si usted haya formado o vaya a formar alguna vez parte de una administración de cualquier orden, sea federal, estatal o municipal y entonces sabrá que un gobierno efectivamente no solo se ocupa de difundir su obra sino de atender toda una serie de asuntos inherentes a su ámbito de responsabilidad. Las instituciones deben dar seguimiento a los diversos temas sean de su período o de gestiones anteriores.

    5.- Difiero en cambio con lo que usted señala en las siguientes líneas: “…no sólo firma pactos intrascendentes o legisla sobre temas que no le representan dinero en lo inmediato”.

    No precisa usted a qué firma de pactos o acuerdos “intrascendentes” se refiere y sería muy lamentable que le diera ese status a los acuerdos y convenios firmados en materia de transparencia, derechos de las mujeres, de los adultos mayores, derechos de las niñas y niños, derechos humanos en general, laborales, académicos, turísticos, de inversión o de combate a la pobreza, entre otros.  

    Quizá para usted tengan ese carácter pero le aseguro que para quienes encuentran en estos acuerdos una vía para una mejor vida, el respeto a sus derechos o la posibilidad de un desarrollo social, SÍ son importantes.

    Le aclaro al mismo tiempo que un gobierno no legisla. En todo caso propone al Congreso, en donde sí hay trabajo legislativo. 

    6.- Continúo con otro de sus párrafos: “al analizar el documento de 38 páginas (en poder de quien esto escribe) que enlista las presuntas mil acciones emprendidas, resalta un detalle: casi seis de cada 10 no tienen contratista ya que “se encuentran en estatus de proyecto, o en proceso de licitación”, según el oficio SEINT/UT/225/2016, entregado hace cinco días.

    Otorgándoles el beneficio de la duda, tal vez haya la intención de realizarlas aunque nada concretamente. O bien, en el “mejor” de los casos, la SEINT mañosamente no transparenta los datos del prestador de servicios por el motivo que sea, y aquí se vale pensar mal. ¿Quién las está ejecutando entonces?, ¿se construyen solas?

    Sea usted serio con sus lectores. 

    Las obras no se construyen solas y como señala en su texto de acuerdo al documento que presume usted está en su poder -pero no aclara que le fue entregado por la propia Secretaría de Infraestructura y Transporte-, una parte de las obras en ese momento aún no habían sido licitadas o estaban en estatus de proyecto, por lo que difícilmente iban a tener un contratista. 

    Respecto al segundo párrafo de los anteriores, le comento: La actual legislación en Coahuila en materia de transparencia no da lugar para que haya “el beneficio de la duda” ni “mañosamente” la dependencia a mi cargo oculta a quienes llevan a cabo las obras. Usted mismo lo explica: “se encuentran en estatus de proyecto, o en proceso de licitación”, según el oficio SEINT/UT/225/2016, entregado hace cinco días”.

    Omite usted también, extrañamente, detallar que toda la información materia de su artículo, le fue entregada por la propia SEINT vía una solicitud de información.  

    Hoy en Coahuila el ciudadano pregunta y el gobierno responde. 

    7.- Se refiere usted a las obras que fueron puestas en marcha en cada uno de los 38 municipios, y señala  que “no todos recibieron la misma cantidad ni los mismos recursos. El gran olvidado, por ejemplo, fue Allende (de nuevo en la agenda pública nacional gracias a lo que actualmente se ventila en los tribunales de San Antonio). Sólo 5 de las 1000 obras estimadas recalaron en el citado Municipio. En cambio Guerrero, que cuenta sólo con 2 mil 100 habitantes, fue favorecido con 28. Destaca también el sesgo político en la asignación del presupuesto. 

    Así el Alcalde priísta más cuestionado de Coahuila, Óscar Flores Lugo, de San Buenaventura, fue apuntalado por el Gobierno del Estado con 38 obras en su Municipio mientras que a Lenin Pérez Rivera, de Acuña, sólo le tocaron 31 pese a que gobierna seis veces más población, pero bajo las siglas de la UDC.

    Por regiones, la más beneficiada, por mucho, fue La Laguna. Para dimensionar: entre Torreón, Matamoros, Francisco I. Madero, Viesca y San Pedro de las Colonias acapararon 310 obras, prácticamente una de cada tres, contra las 257 de la Región Sureste (Saltillo, Ramos Arizpe, Arteaga, General Cepeda y Parras)”

    Entiendo su desconocimiento sobre la materia y al respecto le explico: Una parte del Programa de Obra del Gobierno del Estado se acuerda en coordinación con los municipios bajo diversas variantes: el ISN por ejemplo, el Fondo de Hidrocarburos y el monto de inversión que el propio municipio destina a infraestructura. 

    Es ahí entonces y no en un inexistente “sesgo político” en donde encontrará usted la explicación a lo que se invierte por municipios y por regiones. 

    Parte importante de las diversas inversiones llevadas a cabo en San Buenaventura no obedecen al partido político del que forma parte el alcalde, sino a la asignación de recursos que obtuvo del Fondo de Hidrocarburos, pero lo mismo ocurrió en Sabinas, en donde el alcalde forma parte de otro partido político. Acuña a su vez, invierte menos que otros municipios en infraestructura y por su ubicación no fue integrado al Fondo de Hidrocarburos. 

    El tema en todo caso es geográfico, no político, por una parte, y de la determinación de recursos que destina a obra, por la otra.

    8.- Culmino con sus últimos párrafos: “¿Y en general, qué incluye la bitácora?; ¿cientos de carreteras, puentes, autopistas, distribuidores viales acaso? 

    No. Ni toneladas de concreto ni camionadas de asfalto. En el inventario predominan 413 obras (o cuatro de cada 10, visto de otra manera) que cuestan menos de un millón de pesos. El 41% del total.

    Otra vez tiene usted razón y no al mismo tiempo. 

    Si bien es cierto, existen más de 400 obras con un valor menor a un millón de pesos, sin embargo, no son menos importantes para la ciudadanía, ya que representan una mejoría directa en su calidad de vida, como son la introducción de la red de drenaje y alcantarillado, agua potable, electrificación, pavimentación de calles, el equipamiento de aulas y  rehabilitación de centros escolares.

    Además de ello, tenemos dentro de este programa de obra, acciones en las que sí se utilizan toneladas de concreto y asfalto, como la construcción de la Carretera San Pedro- Cuatro Ciénegas; el Paso Superior Vehicular Mieleras –Laguna; Paso Superior Vehicular Analco; la ampliación del Libramiento Carlos Salinas de Gortari en el corredor Monclova-Frontera, entre muchas otras.

    En espera de que la presente sirva a usted y a sus múltiples lectores para tener una mejor idea de lo que este gobierno ha hecho y hace en materia de infraestructura, quedo a sus órdenes para cualquier duda o aclaración.

    Atentamente

    CP María Esther Monsiváis Guajardo

    Secretaria de Infraestructura y Transporte

    del Gobierno del Estado de Coahuila de Zaragoza.

     

    Y responde columnista… En relación a la carta dirigida a quien esto escribe que ayer hizo llegar la Sra. María Esther Monsiváis a la redacción de VANGUARDIA, la cual he recibido con atención, me permito responder por este medio la comunicación que se centra en mi artículo “¿Mil obras más en Coahuila?; la realidad y los mitos oficiales”, publicado el pasado domingo 17 de julio. Luego de desglosar párrafo a párrafo mi texto durante un mes, los argumentos centrales de la columna no son desmentidos por la titular de SEINT, que firma el documento y, en cambio, son tácitamente aceptados, lo cual refuerza mi posición
    periodística:

    *No fueron 1000 obras las iniciadas por el Gobierno del Estado al momento de la publicación de mi artículo, sino 430, como lo hice constar con el documento oficial correspondiente, salido de la propia SEIN.

    *El 41% del total, o lo que es lo mismo, 413, son inferiores en costo a un millón de pesos.

    *Y finalmente 57% del listado, es decir, 570, no tenían contratista sencillamente porque no existían.

    El resto de apreciaciones hacia mi persona debido a la subjetividad con que nacen, no merecen mayor comentario de mi parte, aunque las recibo como cualquier otro punto de vista. 

    LUIS CARLOS PLATA

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