Seis Nobel respaldan investigación del GIEI, ante campaña de desprestigio
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A través de una carta, las ganadoras del Nobel pidieron al gobierno de México "descartar cualquier intento de desacreditar la integridad o las contribuciones de cualquiera de los integrantes del grupo de expertos".
Por Paris Martínez (@paris_martinez) para Animal Político
Seis defensoras de los derechos humanos, reconocidas con el Premio Nobel de la Paz, demandaron al gobierno mexicano “mantener su compromiso” de apoyar la investigaciones que realiza el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, en torno a la desaparición de 43 alumnos de Ayotzinapa, así como por el asesinato de otros tres.
A través de una misiva, hecha pública el pasado 1 de febrero, el grupo de ganadoras del premio Nobel –integrado por Jody Williams, Ribogerta Menchú, Shirin Ebadi, Mairead Maguire, Tawakkol Kaman y Leyma Gbowee– exigió a las autoridades mexicanas “descartar cualquier intento de desacreditar la integridad o las contribuciones de cualquiera de los integrantes del GIEI”.
La misiva de estas seis Nobel de la Paz se da después de que, desde finales de 2015, los activistas María Isabel Miranda de Wallace y José Antonio Ortega comenzaron una campaña de denostaciones en contra de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, órgano continental que nombró al GIEI, y cuya autoridad reconoce el Estado mexicano.
Luego de que, en septiembre de 2015, el Grupo de Expertos presentara los resultados preliminares de su investigación –en los cuales refutaba las conclusiones oficiales de la Procuraduría General de la República–, María Isabel Miranda de Wallace afirmó que detrás de este reporte preliminar estaba un intento de Emilio Álvarez Icaza (secretario ejecutivo de la CIDH) por obtener una candidatura del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
La acusación de María Isabel Miranda, sin embargo, no vino acompañada de ninguna evidencia.
Por su parte, José Antonio Ortega denunció que el objetivo de la CIDH y de su Grupo de Expertos es “desacreditar por completo a las instituciones públicas del país y desestabilizarlas, para así favorecer un proyecto electoral, específicamente el de Andrés Manuel López Obrador”.
Al igual que Miranda de Wallace, cuando formuló esta acusación, José Antonio Ortega tampoco presentó pruebas de su dicho.
Al respecto, la misiva de las Nobel de la Paz destaca: “Nosotras urgimos enérgicamente a las autoridades a descartar cualquier intento de desacreditar la integridad o las contribuciones de cualquiera de los integrantes del GIEI, ya que es importante que la confianza pública en el proceso no se vea disminuída. Es de suma importancia que la seguridad de todos los miembros del Grupo de Expertos esté garantizada, para que puedan desarrollar su trabajo”.
Las firmantes de la misiva son:
– Jody Williams, quien obtuvo el Nobel de la Paz en 1997 por su lucha contra el uso de minas antipersonales y bombas de racimo durante conflictos bélicos, así como por la limpieza de zonas minadas.
– Rigoberta Menchú, ganadora del Nobel de la Paz en 1992 por su defensa de los ciudadanos guatemaltecos, básicamente indígenas y campesinos, sobre los que la dictadura de ese país aplicó una campaña armada de exterminio, durante la guerra civil de 30 años en ese país.
– Shirin Ebadi, abogada iraní que obtuvo el Nobel de la Paz en 2003 –convirtiéndose así en la primera mujer musulmana en recibir esta distinción– por su defensa de los derechos de las mujeres en este país, donde este sector de la población no goza de igualdad ante la ley ni los mismos derechos y privilegios que los hombres. Asimismo, es destacada su defensa de los derechos de la infancia, y de los derechos civiles y políticos de la población iraní en general, luego de la “revolución” islámica de 1979.
– Mairead Maguire es una luchadora social que obtuvo el Nobel de la Paz en el 76, tras encabezar el Movimiento por la Paz de Irlanda del Norte, integrado lo mismo por católicos que por protestantes, y que impulsó una salida político al conflicto que por décadas sostuvieron las fuerzas armadas británicas y el grupo independentista conocido como Ejército Republicano Irlandés.
En 2009, además, fue detenida por el gobierno de Israel, cuando tripulaba –junto a otros 20 activistas– un pequeño barco con ayuda humanitaria, que intentó romper el cerco naval impuesto por el estado hebréo sobre la Franja de Gaza, y que en ese momento amenazaba con causar una crisis humanitaria en ese enclave palestino.
– Tawakkol Kaman es la primer mujer árabe que obtuvo el Nobel de la Paz, en 2011, tras encabezar el grupo Mujeres sin Cadenas, en Yemen, donde además fue figura emblemática de las jornadas pacíficas conocidas como Primavera Árabe.
– Leyma Gbowee fue reconocida con el Nobel de la Paz en 2002. Desde la adolescencia dio asistencia a las niñas y niños afectados por la guerra civil en Liberia, muchos de ellos reclutados o esclavizados por las fuerzas en pugna. En 2002 fundó el movimiento Mujeres de Liberia, Acción Masiva por la Paz, que comenzó con un pequeño grupo de mujeres que oraban en un mercado, que en poco tiempo se convirtió en un conglomerado de miles de mujeres cristianas y musulmanas.
Este movimiento obligó al reinicio de negociaciones de paz y, en 2002, al establecimiento de un acuerdo que puso fin a la guerra y al inicio de un proceso de democratización, que llevó a la elección de Ellen Johnson Sirleaf como presidenta de Liberia. La primer mujer presidenta de un país africano.
A continuación, te presentamos de forma íntegra la carta dirigida a las autoridades mexicanas:
“México debe dar apoyo total a la investigación independiente sobre Ayotzinapa”
Febrero 1, 2016
El caso de Ayotzinapa –en el que tres estudiantes fueron asesinados y 43 más fueron desaparecidos de manera forzada en la localidad de Iguala, en el estado del sureste mexicano de Guerrero, en septiembre de 2014– es una prueba importante del compromiso de México ante la justicia.
Como ganadoras del Nobel de la Paz, llamamos a las autoridades mexicanas a mantener su compromiso con la investigación, imparcial e independiente, que sobre la desaparición de los estudiantes realizan la Procuraduría General de la República y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El GIEI está integrado por cinco distingidos profesionales de los derechos humanos, con amplia experiencia en casos que involucran desaparición: Claudia Paz y Paz, Carlos Martín Beristain, Ángela Buitrago, Francisco Cox Vidal y Alejandro Valencia Villa.
El GIEI fue creado en noviembre de 2014 mediante un acuerdo establecido entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Estado Mexicano y representantes de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos.
Públicamente queremos expresar nuestro reconocimiento ante el hecho de que dos integrantes del grupo de expertos internacionales son mujeres, profesionales del derecho con antecedentes sobresalientes en el abordaje de casos controversiales, como en el caso de la ex fiscal general de Guatemala, Claudia Paz y Paz, quien supervisó la investigación contra el dictador guatemalteco general Efraín Ríos Montt, por crímenes contra la humanidad cometidos durante la guerra civil de 36 años en Guatemala. Asimismo, Ángela Buitrago es una abogada especializada en derechos humanos. Ambas mujeres han abordado casos difíciles, con gran riesgo para su seguridad.
En otoño pasado, el gobierno mexicano acordó extender el mandato del grupo hasta abril de 2016 –así como hacer cambios en la forma en la que la PGR está llevando la investigación, incorporando las recomendaciones formuladas por el Grupo de Expertos. El GIEI presentó sus resultados preliminares en septiembre, en una conferencia de prensa con la presencia de las familias de los estudiantes desaparecidos.
Nosotras urgimos enérgicamente a las autoridades a descartar cualquier intento de desacreditar la integridad o las contribuciones de cualquiera de los integrantes del GIEI, ya que es importante que la confianza pública en el proceso no se vea disminuída. Es de suma importancia que la seguridad de todos los miembros del Grupo de Expertos esté garantizada, para que puedan desarrollar su trabajo.
Por Paris Martínez (@paris_martinez) para Animal Político