Sigue en construcción el confinamiento tóxico de General Cepeda
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El padre Pedro Pantoja aclaró que no se ha logrado la suspención de los trabajos, y que la información sobre la suspensión provisional de las obras, difundida por la asociación Sí a la Vida, es falsa
Luego que la Diócesis de Saltillo emitiera un comunicado el pasado 3 de marzo donde adelanta que la asociación Sí a la Vida informara sobre la suspensión provisional de las obras del confinamiento tóxico en General Cepeda, el sacerdote Pedro Pantoja, aclaró que ésta información fue falsa puesto que no se ha logrado la interrupción de los trabajos, aunque continúan en la misma lucha.
En el documento la diócesis señaló que el juicio de nulidad promovido por la asociación Sí a la Vida había “logrado en el Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa que oficialmente el primero de marzo se había logrado la suspensión provisional de las obras en un terreno aledaño al ejido La Noria, donde Sociedad Ecológica Mexicana del Norte, S.A. de C.V. se propone construir y operar un confinamiento de residuos industriales tóxicos y peligrosos”.
Sin embargo, el padre Pedro Pantoja aclaró este jueves que la información no es clara, ni precisa: “No es exacta la noticia, lo que realmente el abogado ha explicado es que se pretendió a través de otros medios que, a través de un amparo impulsado por organizaciones civiles, se tomara en cuenta en la SEMARNAT, Conagua a las demás dependencias para que suspendan las obras, (aunque) no se han suspendido ni se han logrado”.
El Confinamiento Industrial de Residuos Tóxicos comenzó sus obras en agosto del año pasado, pese a la oposición de los habitantes del Ejido La Noria.
Ésta pelea, advirtió el sacerdote involucrado en la defensa de los derechos humanos, es contra un ‘monstruo’ y aunque terminara la construcción de la obra ni los ejidatarios, ni las asociaciones civiles, detendrán la lucha para proteger a los habitantes de General Cepeda.
“Yo creo que la terquedad social y la justicia tienen que darse, aún y cuando algunos campesinos quedaron encarcelados y fuimos reprimidos por algunos ‘empistolados’, porque éstas fueron manifestaciones de debilidad de la empresa”.