Sobrevive con redes sociales al COVID-19

Bueno, bonito, barato y a domicilio… Es el nuevo modelo de ventas que don Jaime Salinas, “La Chocolata”, implementó para continuar con su actividad económica y llevar el sustento a su familia.

A sus más de 60 años, “La Chocolata”, un comerciante que vende frutas y verduras sobre el callejón Padre Flores, tuvo que echar mano de la redes sociales para continuar con la venta de sus productos.

Con ayuda de su hija y su nuera dio a conocer sus servicios para llevar fruta y verdura a domicilio. En los 50 años que lleva dedicándose al comercio jamás pensó que un día habría de vender sus frutas a través de Facebook.

Hace un mes el Ayuntamiento Municipal les giró una circular para exhortarlos a mantenerse en sus casas ante el riesgo de contagio del COVID-19, desde entonces él y sus hijos, que también son comerciantes, no tenían ingresos.

Hace un par de días su nuera les propuso vender la fruta que antes ofrecían afuera del Estacionamiento San Esteban, a domicilio.

“Amigos, como saben toda mi familia se dedica al comercio y con toda esta situación que estamos pasando nos cancelaron muchos lugares donde vendemos, por eso vengo a ofrecerles cajas de frutas y verdura fresca, la caja incluye: 1 kg de mango, 1 kg naranja, 1/2 kg de guayaba, 1/2 kg de fresa, 1 kg de manzana, 1 pieza de piña, 1 kg de plátano, 1/2 kg de chile, 1 kg de papa, 1 kg de cebolla, 1 kg de tomate y 1 kg de pepino. Todo por $250 con servicio a domicilio. Pedidos por WhatsApp al 844 595 45-65”, publicó en sus redes sociales Elizabet Salinas, hija de don Jaime.

EXCELENTE FÓRMULA

En cuestión de horas la publicación de viralizó y a la mañana siguiente los pedidos no paraban de llegar, contestar los mensajes de uno por uno era imposible, recuerda el comerciante.

“La idea fue de mi nuera y de mi hija, empezó todo bien, La gente ahorita no quiere salir de sus casas y se los estamos haciendo llegar nosotros. Todos me están ayudando, como somos cinco familias las que nos quedamos sin trabajo y por el momento ésta será nuestra fuente de empleo, ya que todo está cerrado”, dijo.

Mientras don Jaime, “La Chocolata”, su nuera y un amigo de la familia empacan, el resto de la familia se encarga de repartir los pedidos, que a diario llegan a 90 rejas.

Cuenta que el inventario que tenían en la bodega ya no les alcanzó, pues algunos productos estaban por mermar y otros con el calor estaban a punto de madurar, por lo que fue necesario acudir al Mercado de Abastos y luego a su casa para empaquetar todo, pues el proveedor que le traía todo de la ciudad de Monterrey, ya no volvió.

“La mercancía ahorita con el calor no aguanta mucho, pero yo fui a buscar mercancía buena para que le aguante a la gente, porque no están trabajando y la cosa está muy difícil. Nosotros vamos a seguir haciéndolo hasta que ya de plano no podamos salir a la calle, porque ahorita no tenemos otra manera para mantenernos”, dijo.