“Super”, lo nuevo de los Pet Shop Boys

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/ 29 marzo 2016

"Super" llega tres años después de "Electric", disco con el que en 2013 quisieron volver a sus principios de música electrónica más clásica.

Cuesta encontrar a alguien que no conozca unos cuantos de los "himnos electrónicos" de los Pet Shop Boys. Más de 30 años después de su salto a la fama, el dúo londinense publica este viernes su nuevo disco, "Super", una evocación del pasado a su manera.

Neil Tennant, de 61 años, y Chris Lowe, de 56, ya ofrecieron un aperitivo de su último trabajo con "The Pop Kids". Este primer single es una reverencia a los años pasados. Cantante y teclista aseguran que el tema no habla de ellos, sino de un par de amigos que preferían sumergirse en la noche en lugar de estudiar. Pero cuesta creer que no hay ningún rastro autobiográfico.

"El rock estaba sobrevalorado", afirma Tennant citando a uno de los protagonistas del tema, que habla del ambiente imperante durante la época grunge posterior a 1990. El dúo británico trazó su propia atmósfera, que también impregna parte de "Super". En otros fragmentos del single vuelven a un sonido discotequetero sin adornos que a menudo se aparta de la música habitual de las listas de éxitos.

En todo ello juega un importante papel Berlín, ya que los Pet Shop Boys componen tanto en la capital alemana como en Londres. "Tenemos un pequeño estudio en Berlín. Vamos allí a escribir", explica Tennant. Para Lowe, ese lugar es una especie de "santuario espiritual" en la ciudad que hace tiempo es la capital del tecno. "Mientras estábamos produciendo la canción con Stuart (Price) pensábamos que iría bien en el (mítico club berlínes)'Berghain'", cuenta el músico.

"Super" llega tres años después de "Electric", disco con el que en 2013 quisieron volver a sus principios de música electrónica más clásica. Y parece que el grupo no ha perdido su talento para aunar los gustos del público de masas con las aspiraciones de su estilo inicial. "Es una mezcla de los viejos y los nuevos Pet Shop Boys", explica Tennant.

"Happiness", el tema que abre el disco, llega directo al oído con fuertes y claros ritmos pero en otros puntos irrumpe un sintetizador. Algo similar ocurre con el alegre "Twenty-something" o con "Groovy". También han querido introducir algo de política con "The Dictator Decides", sobre un tirano que se siente exhausto.

No es la primera vez que Tennant y Lowe se muestran críticos e irónicos. El single "In Denial" (1999) hablaba de la presión de tener que justificarse por una abierta homosexualidad, mientras que "I'm Stupid" da lo suyo a George W. Bush y Tony Blair y "It's a Sin" arremete con la Iglesia católica.

Los inicios de esta banda fueron casi fruto de la casualidad. En 1981 Tennan, entonces periodista musical, y Lowe, estudiante de arquitectura, mantuvieron una charla intrascendente en una tienda de electrónica que desembocó en la decisión de hacer música disco-pop. Cuatro años después conquistaban las listas de éxitos con "West End Girls" y las discográficas hacían cola para producirles. También hubo acusaciones de plagio, pero finalmente consiguieron rebatirlas.

Además, los Pet Shop Boys han dirigido producciones para estrellas como Liza Minelli, Tina Turner o el recientemente fallecido David Bowie, han hecho incursiones en la música cinematográfica y teatral e incluso escrito una pieza de ballet. Sobre el escenario, el reparto de papeles suele estar claro: Tennant con su estilo cultivado y elegante y Lowe con su apariencia rapera.

Con el lanzamiento de "Super" el grupo mantendrá su caótico estilo, cuidadosamente calculado. En julio darán cuatro conciertos en la Royal Opera House de Londres y habrá una nueva gira, posiblemente en 2017, según Tennant. Solo queda esperar que en ese reputado templo de la música no se tomen demasiado en serio la letra de una de sus canciones, "Burn": "Quemaremos esta discoteca antes de que se haga de día”.

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