Tribunal de Quintana Roo otorga amparo a Kamel Nacif contra orden de aprehensión por tortura a Lydia Cacho
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Desestiman audios como prueba en caso de Lydia Cacho
El Tercer Tribunal Colegiado en el estado de Quintana Roo otorgó un amparo contra la orden de captura de José Kamel Nacif Borge, empresario señalado por el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho, lo cual podría exentarlo de toda responsabilidad en las faltas que se le vinculan.
Así lo denunció este martes la organización Artículo 19 y la también defensora de derechos humanos, Lydia Cacho, quien además señaló que después de la jornada electoral cambiaron a la magistrada que llevaba su caso, iniciado desde hace más de 15 años.
Kamel Nacif interpuso un recurso de revisión después de que en abril el Segundo Tribunal Unitario de Quintana Roo le negara el amparo, mismo que el pasado 15 de julio fue otorgado por el Tercer Tribunal.
Artículo 19 y Lydia Cacho acusaron en un comunicado que los magistrados que valoraron el recurso de revisión hicieron un análisis profundamente sesgado de las conversaciones telefónicas entre Nacif y el exgobernador de Puebla, Mario Marín.
Así, las magistradas Selina Ahidé Avante Juárez y Graciela Bonilla González consideraron que “no hay prueba fehaciente” sobre la existencia de una orden para torturar a la periodista y que la violencia de la que fue víctima se reduce a la responsabilidad de los dos policías que la detuvieron.
La activista fue detenida en diciembre de 2005 por una decena de policías que, sin contar con orden de captura, la trasladaron de Cancún a Puebla en un vehículo propiedad del empresario de la industria textil José Kamel Nacif.
Pero de acuerdo con el Tribunal, su tortura y aprehensión no tuvieron relación con la publicación del libro Los Demonios del Edén: el poder de la pornografía infantil.
El empresario Nacif era uno de los principales señalados en el libro en el que la periodista denunció una trama de pornografía y prostitución infantil que implicaba a empresarios cercanos al entonces Gobernador de Puebla, Mario Marín.
Según algunas versiones, su detención y tortura habría sido pactada entre Nacif y Marín.