“Trump es una marca, no cambiará si llega a presidente”: Politóloga

Internacional
/ 5 mayo 2016

Trump parece haber conseguido el apoyo de los estadounidenses conservadores, incluso contra la oposición de la propia cúpula republicana, que lo mira con desconfianza.

Tras la retirada de sus adversarios internos, nada parece impedir ya a Donald Trump ser el candidato de los republicanos a la Casa Blanca, un escenario que en extranjero genera algo similar al pánico entre muchos dirigentes, que han calificado al político como un "riesgo potencial".

Sin embargo, Trump parece haber conseguido el apoyo de los estadounidenses conservadores, incluso contra la oposición de la propia cúpula republicana, que lo mira con desconfianza. Amanda Friesen, experta en ciencias políticas de la Universidad de Indianápolis, analiza el fenómeno en entrevista con dpa.

dpa: Donald Trump no tiene en el extranjero una imagen de presidente, sino más bien de lo que es, un zar de la construcción, un hombre de negocios sobre el que los padres alertan a sus hijos. ¿Tiene que cambiar si quiere ser un buen presidente?

Friesen: En Estados Unidos, Trump es una marca, y desde hace décadas. Todos lo conocen y todos lo conocen tal como es. Ya sea que uno mire un programa de televisión de los años 90 o lo haga ahora en su gira de campaña, no ha cambiado nada. No creo que vaya a cambiar totalmente por el hecho de ser elegido. A lo largo de las primarias rompió todas las reglas, incluso en un caso un tabú, al imitar a un discapacitado. Entonces se pensó que se acababa todo, pero no le causó ningún daño.

dpa: La idea de que Trump repita por ejemplo en una cumbre del G20 sus desplantes de la campaña genera irritación internacional.

Friesen: Me puedo imaginar perfectamente que Trump no tenga ningún interés en encabezar conferencias interminables. Podría entregar a su secretario de Estado muchas más tareas que hasta ahora, el gabinete en general podría jugar un papel mucho mayor. Ya se ve ahora que sus asesores asumen una gran parte. Su programa político por escrito se diferencia de lo que él dice públicamente, en algunos casos de manera considerable.

dpa: ¿Por qué es tan popular entre los estadounidenses este comportamiento que resulta grosero?

Friesen: Déjeme decir primero que el número de los que votan en las primarias entre los republicanos es pequeño en relación a la población total y representa a una pequeña parte de los estadounidenses. Trump hace creer a las personas que él dice las cosas tal como son, que aborda las cosas por su nombre. A los electores republicanos les gusta la claridad. Cuando uno le pregunta a Trump si miente, él dice "no". Si uno se lo pregunta a Hillary Clinton, ella contesta: "Intento decir siempre la verdad". Hay un porcentaje de la población estadounidense que está harta de este discurso de los políticos.

dpa: Durante los meses de las primarias, Trump se manifestó varias veces de forma denigrante o al menos dudosa sobre las mujeres. ¿Le puede perjudicar esto en su previsible enfrentamiento con Hillary Clinton?

Friesen: Las electoras para las que el tema de la igualdad de género es importante votan de por sí a los demócratas. Así que Trump no puede perder mucho con ese tipo de comentarios. Entre los republicanos hay tres temas importantes, que se imponen a todos los demás: seguridad interior, economía y desregulación. Si quiere tener éxito entre sus clientela, no puede cometer ahí muchos errores.

AMANDA FRIESEN enseña ciencias políticas en la School of Liberal Arts de la Universidad de Indiana - Purdue de Indianápolis. Se especializa sobre todo en comportamiento político, en la influencia de la religión en la política y los papeles de género en la política.

 

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