¿Trump VS. Hillary?

Durante meses, cientos de analistas políticos han afirmado en repetidas ocasiones que a pesar de que Donald Trump sigue encabezando las preferencias para quedarse con la nominación a la Presidencia de EU por el Partido Republicano, va a llegar un momento en que la mayor parte de los votantes de dicho partido se decanten por otro candidato más moderado, privando así a Trump de la candidatura.

Sin embargo, la posibilidad de Trump como candidato de dicho partido ya no sólo es probable, sino que incluso los resultados de las primarias indican que es el escenario más factible. De hecho, si las tendencias de votación siguieran así la única forma en la que Donald podría perder la candidatura, sería a partir de la suma de los delegados que han conseguido todos los demás aspirantes.

Es decir, que dicho en palabras simples, para derrotar a Trump se requería de un acuerdo entre los 9 aspirantes que han ganado delegados en las primarias, lo cual no sólo se antoja difícil, sino que además parece profundamente antidemocrático, ya que como justificar que un candidato triunfó en la mayor parte de las primarias y pones a otro que obtuvo mucho menos votos, pero que en cambio tiene una mejor capacidad de negociación.

Sin embargo, lo que hoy preocupa a muchos en el Partido Republicano, es que si Trump es su candidato, las posibilidades de ganar la Presidencia se reduce considerablemente, ya que en dicho escenario, casi todas las encuestas serias dan una ventaja muy sólida a Hillary Clinton, que ya se logró consolidar como la candidata virtual del Partido Demócrata. 

El problema de Trump no sólo es su falta de seriedad a la hora de hacer política o su populismo ramplón, sino que además es una persona profundamente racista que difícilmente conseguirá el voto de los afroamericanos y de los latinos, que en conjunto representan casi el 30% del electorado. Es decir, que a Hillary le bastará convencer a poco menos de una 3ª parte de los demás electores, en especial a los blancos para llegar a la Casa Blanca.

Esto no suena complicado, debido a que mucha de esa población vive en grandes ciudades del Este y el Oeste de EU, en donde el Partido Demócrata siempre tiene un buen desempeño electoral.

Pero lo peor es que la imagen de Trump puede dañar al Partido Republicano a futuro, ya que tanto la población afroamericana, como la de origen latino va en ascenso, es decir, que ese electorado al cual ataca Trump crecerá en un futuro y pude que se queden con una mala imagen de los republicanos. 

El otro problema para los republicanos es que han estado fuera de la Casa Blanca por dos periodos, es decir, que lo más lógico sería un triunfo de los mismos el 8 de noviembre, pero la irrupción de Trump en la contienda acaba de alterar dichas posibilidades.

Sin embargo, un escenario con una derrota clara de Trump sería una buena noticia, si se piensa en un contra factico, cómo podría ser bueno para nuestro país tener a un Presidente del País más poderoso del mundo, que además es nuestro vecino, que se ha expresado de México de la forma en la que lo ha hecho Trump.

Por ejemplo, ha dicho que las personas que migran a EU desde México, tienen muchos problemas y dio a entender que la mayoría eran criminales. 

También ha insistido hasta el cansancio que nuestro país debe pagar la ampliación del muro fronterizo e incluso en una entrevista, afirmó que al final no podríamos negarnos a pagar, porque a México no le convendría una guerra con EU. 

Aunque lo haya dicho sin pensar, un Presidente no le puede declarar la guerra a un País vecino con el que además tiene una relación de negocios muy intensa, porque se niega a pagar algo a lo que no está obligado y que además el muro en cuestión está dentro del territorio estadounidense.

Pero no sólo es México con quien Trump parece tener problemas. Hace unos días, salió al aire un anuncio de su campaña con unas imágenes de Vladimir Putin y de ISIS, seguido de un texto que decía “nuestros enemigos”. 

Es decir, que en pocas palabras, Trump está provocando al 2° hombre más poderoso de la tierra y de alguna manera su mandato sería casi el regreso del modelo de la guerra fría y un peligro constante para la paz mundial, porque Trump no es una persona que se caracteriza por tomar decisiones de manera prudente, sino que a veces sus arrebatos son los que guían su actuar. 

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