Una nueva ola de calor amenaza con empeorar los incendios en California

Internacional
/ 24 septiembre 2020

En las últimas semanas, la humedad y ciertas precipitaciones mejoraron la situación en el norte del estado, donde los graves incendios registrados desde agosto llegaron a provocar una niebla naranja

Los Ángeles, Cal. Una nueva ola de calor que elevará las temperaturas por encima de los 30 grados centígrados podría empeorar la lucha contra los incendios en la costa oeste de Estados Unidos, donde 26 focos permanecen activos y la contención apenas supera el 30 % en la mayoría de los casos.

El Servicio Nacional de Meteorología estadounidense envió este jueves una alerta por la subida de los termómetros prevista a partir del sábado, algo que se alargará hasta comienzos de octubre y que irá acompañado de escasa humedad y vientos en California.

"Se espera que una tendencia de calentamiento significativa comience este fin de semana y la próxima semana en todo el estado", indicó el Departamento de Protección contra Incendios de California, conocido como Cal-Fire.

En las últimas semanas, la humedad y ciertas precipitaciones mejoraron la situación en el norte del estado, donde los graves incendios registrados desde agosto llegaron a provocar una niebla naranja en zonas urbanas como San Francisco.

Sin embargo, es justo allí donde los meteorólogos han reforzado la alerta por condiciones "secas, calientes y ventosas", de acuerdo con las autoridades del condado de Contra Costa, al noreste de la bahía de San Francisco.

A 200 kilómetros de ese lugar se mantiene activo el incendio conocido como August Complex, de lejos el más grande de la historia de California con 350.000 hectáreas (más de 860.000 acres) arrasadas por las llamas.

La última actualización de Cal-Fire indica que la zona sur del incendio está contenida en un 50 % mientras que la norte apenas alcanza el 35 %, algo que podría empeorar por las condiciones.

Unos 19 mil  bomberos se encuentran trabajando a lo largo y ancho de California para evitar que los vientos previstos descontrolen todavía más los fuegos, que han devastado una superficie equivalente a casi todo el territorio de Puerto Rico y dejado al menos 26 víctimas mortales, incluidos tres bomberos.

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