Vigilancia armada no es ni será una opción en la UNAM: Graue
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Graue convocó a la unidad de los universitarios contra la violencia que “indigna y lastima”.
Ciudad de México. La vigilancia armada no es ni será una opción en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), declaró este sábado el rector Enrique Graue Wiechers.
Esta mañana dirigió un mensaje a la comunidad universitaria luego de que la tarde de ayer una riña a balazos en Ciudad Universitaria (CU) entre presuntos narcomenudistas dejó dos muertos.
En un auditorio del tercer piso de la Torre de Rectoría, Graue, acompañado por el secretario general de la Universidad, Leonardo Lomelí Vanegas, y la abogada general, Mónica González Contró, convocó a la unidad de los universitarios contra la violencia que “indigna y lastima”. Al mensaje asistió el cuerpo directivo de la Universidad, funcionarios universitarios y directores de facultades.
En las últimas semanas, dijo el rector, la UNAM se ha visto acosada en sus inmediaciones y dentro de sus instalaciones por diversos actos de violencia. “Todos conocemos el incremento de la violencia en nuestro país, pero no por ello podemos aceptarla o dejar de indignarnos” ante ella.
Cuando la violencia se presenta en espacios educativos, los hechos violentos se convierten en algo indignante, inadmisible y de necesaria y urgente atención.
El rector opinó que en los días recientes esta escalada de violencia ha alcanzado “límites inaceptables”. Se refirió a dos casos, la riña del viernes, sobre la que dijo que las víctimas -cuya muerte lamentó- no son parte de la comunidad universitaria; el segundo caso fue que el jueves una maestra de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán fue brutalmente baleada dentro de su automóvil cuando abandonaba las instalaciones del campus mexiquense.
Sobre el enfrentamiento en CU, el rector consideró que puede haber sido consecuencia de las acciones que ha tomado la Rectoría para combatir el narcomenudeo en las instalaciones universitarias.
“Para el efecto, como saben, determinamos acciones disuasivas y preventivas: aislamos los espacios en que los narcomenudistas se habían asentado, iluminamos zonas, cambiamos y multiplicamos luminarias, ampliamos la vigilancia y sistemas de seguimiento y estrechamos la colaboración con las autoridades competentes de la Ciudad de México”.
Refirió que como parte esa colaboración, 30 individuos han sido detenidos en las afueras de CU y fueron consignados a las autoridades.
“Todo ello no ha sido suficiente, evidentemente”, reconoció Graue. Dijo que rector asume la responsabilidad por el “efecto colateral” de las medidas que se han tomado y dijo lamentar el fallecimiento de las víctimas, de 20 y 29 años de edad, “porque a fin de cuentas su muerte es el producto de la desesperanza en la que está envuelta una parte de nuestra juventud”.
Haber ignorado la inseguridad y el narcomenudeo no era opción para la comunidad universitaria; solicitar el desalojo de los presuntos criminales por las fuerzas policiales representa un riesgo de violencia armada y “vivir permanente en un estado de vigilancia armada nunca fue ni será una opción a considerarse”, sostuvo.
“En los días y semanas por venir, escucharemos voces internas y externas que clamarán por alternativas más agresivas, algunas que quisieran vernos armados o militarizados, y no pocas aprovecharán los momentos políticoelectorales que vivimos en nuestra nación para intentar desestabilizarnos. Pero no lo lograrán si trabajamos en unidad”.
La UNAM, dijo, es consciente de la fragilidad de la seguridad y está lastimada e indignada por estos sucesos. Por ello, continuará cuidando la seguridad de sus instalaciones y su comunidad, denunciando a los delincuentes, mejorando su capacidad de disuasión y vigilancia y “evitando, hasta donde sea posible, el ingreso de aquella violencia que podría acarrear más violencia”. Además, la Universidad “exige que se lleve a cabo a fondo una exhaustiva investigación que lleve a la detención de los responsables” de los actos de violencia.
Pidió a los directivos universitarios estar atentos a los eventos que en los meses por venir puedan acontecer y que "ante ellos actuemos con decisión, con prudencia y anteponiendo siempre los intereses de nuestra Universidad".
A la comunidad académica y administrativa les pidió su solidaridad para denunciar todo evento que se presuma sospechoso o potencialmente peligroso para la seguridad, y que estén cerca de los jóvenes y sirvan de ejemplo para su desarrollo social integral.
A los estudiantes les solicitó "que se alejen de aquellos que distribuyen sustancias nocivas para su salud; que entiendan que ellos viven mundos ajenos a los nuestros, que no son sus amigos y que representan relaciones de peligro e inseguridad".