Vórtice

Politicón
/ 30 abril 2018

Vórtice
Las cosas siguen su primer impulso:
después de una excursión por la experiencia,
se recoge en sí misma la conciencia
como un espasmo de vapor convulso.

El porvenir es un pasado insulso
que convierte la culpa en penitencia;
las cosas obran en presente, a ciencia
cierta, establecen este mundo a pulso.
 
Pues la sabiduría del accidente
es una sume ingente de excepciones:
no existen reglas en lo irrepetible.
 
El presente es un vértigo, el presente
nos envuelve en sus circunvoluciones,
hasta que purifica lo visible.

Arte poética
Me debato en un dilema:
ser un poeta serial
o un poeta en tiempo real,
sin teoría ni sistema.
 
Mas la experiencia es mi lema:
cosechado en un erial,
tomo el sistro del cereal
y la técnica es mi tema.

La rima sirve de ouija:
llegan los viejos autores
hasta la mesa parlante.

La música es idea fija
que acompasa los colores
cual arcoíris volante.

De la tranquilidad de ánimo
Cuando te enteras de que no hay futuro,
es que te has instalado en el presente
y no es que te hayas vuelto indiferente
a las metamorfosis con que el puro

acontecer te fue tejiendo un duro
destino, sino que al mirar de frente
el fasto de la muerte, de repente
vuelve piso tu pie lo que fue muro.

La desesperación y la esperanza,
reducidos a meros episodios
de la tranquilidad de ánimo, pesan

menos, e incluso el tiempo ya no cansa
con su carga de miedos y de odios:
pasado y porvenir ya no regresan.

TEMAS

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM