‘X-Men: Apocalipsis’; 'la tercera siempre es la peor’
La nueva cinta de la saga presenta un villano más genérico que interesante, quedándose en el intento de sus pasadas glorias
Calificación: 6.5 de diez
“Al menos podemos estar todos de acuerdo en que la tercera siempre es la peor”, esto no lo dije yo, lo dice el personaje de Jean Grey en una escena de “X-Men: Apocalipsis”, la cuarta cinta de la saga bajo la dirección de Bryan Singer y la tercera con el nuevo elenco como protagonista, en esta especie de precuela o línea del tiempo alterada (a estas alturas es difícil saber cómo funciona este universo). Un villano terrorífico a medias, un conflicto poco trabajado, un cameo gratuito e innecesario y una repetición de una escena de la película anterior, hacen de esta cinta más genérica que grandiosa. Pudo ser mucho peor, pero también pudo ser mejor y los desatinos son demasiado irritantes como para pasarlos por alto.
Esta historia se ubica después de “Days of Future Past” (2014), cuando el Profesor X y Magneto todavía eran James McAvoy y Michael Fassbender, respectivamente. Ahora llega la aparición de Apocalipsis (Oscar Isaac), un tipo azul de aspecto extraño que se dice es el primer mutante de la historia, con increíbles poderes y siempre cuatro “jinetes” acompañándolo. Luego de que un grupo de egipcios lo despiertan cantando, este pitufo con esteroides decide que quiere destruir la Tierra, para crear un nuevo y mejor mundo. Para vencerlo se reúnen los ya conocidos X-Men, ahora alumnos de la Escuela de Xavier, con la adición de nuevos estudiantes en el elenco que no habían aparecido en su versión joven, como Cíclope (Tye Sheridan) y Jean Grey (Sophie Turner).
El director de esta cinta, Bryan Singer, tiene la reputación no sólo de ser el que comenzó la saga, sino el que ha hecho las mejores películas de la misma. Bajo su mando estuvieron las dos primeras cintas y “Days of Future Past”, consideradas por muchos como las mejor logradas, posiblemente después de “First Class” (2011). A eso hay que añadirle otro logro importantísimo, pues con la primera parte estrenada en 2000 y la segunda en 2003, se abrió camino para la era moderna de superhéroes. Estas cintas, junto al Spider-man de Sam Raimi, lograron que el cine contemporáneo tomara con seriedad a los cómics en la pantalla grande (particularmente los de Marvel), que se viera que podía ser material maduro e inteligente y lo convirtieran en el millonario mercado que es hoy en día.
Singer es un director de peso en el ámbito heroico fílmico que, sobre todo, debería conocer muy bien a los X-Men. Con este currículum, “X-Men: Apocalipsis” puede considerarse bastante mediocre. Una cinta estrenada a 16 años de la primera parte, un tiempo en el que muchísimos otros superhéroes han nacido y muerto, creando una industria plagada de ellos, sus universos, sus decepciones y sus aciertos. Los X-Men también han ido evolucionando con estos cambios y esa es una de las razones por las que se conjuntó el nuevo elenco, con las adiciones de los mencionados McAvoy y Fassbender, así como Jennifer Lawrence. Ellos han protagonizado las bastante memorables “First Class” y “Days…”, pero su tercera película está muy lejos de ser tan buena.
En cualquier otro ámbito, otro tiempo y hasta en manos de otro director, esta película pudo ser decente. Inofensiva, nada grandioso, pero tampoco malo. Pero a estas alturas y hecha por Singer, me parece un terrible pecado, que me da la impresión de que el señor director decidió relajarse, confiado en que tenía todo bajo control y que no necesitaba ponerle mayor empeño a esta cinta. Así se va quedando a medias en casi todos los puntos significativos de su nueva historia, sobre todo el más importante: el villano que es parte del título. Un mutante aparentemente poderosísimo, del que no entendemos sus dos características primordiales, sus poderes y sus motivaciones.
Esto cae todavía más bajo si consideramos que Apocalipsis es interpretado por Oscar Isaac, uno de los actores más sobresalientes de la actualidad. Su arrojo y talento al final quedan enterrados como su cara bajo las capas del maquillaje que le pusieron encima. Las habilidades que pude identificar de este personaje fueron las siguientes: poner los ojos en blanco, enterrar a la gente en paredes y suelos y aumentar las habilidades de otros mutantes, lo cual no funciona muy bien que digamos pues éstos (sus cuatro jinetes), terminan peleando con mutantes comunes y corrientes cuyas habilidades no han sido “aumentadas”. A esto le agregamos que quiere destruir a la humanidad, pero en vez de hacerlo de una vez se la pasa dando discursos incomprensibles y mandando unos misiles, que pudieron servir para destruir varios países, al espacio por alguna razón.
Pero Isaac no es el único actor desperdiciado. Michael Fassbender (otro de los grandes intérpretes de nuestros tiempos), termina protagonizando la historia más floja que jamás haya sufrido Magneto, uno de los villanos más interesantes que nos han dado los cómics y su respectiva adaptación en cine. Para empezar está enamorado de una mujer que ni conocemos, ni alcanzamos a conocer y tiene una hija (que tampoco alcanzamos a conocer) con poderes raros. Atormentado y depresivo, este mutante se une a Apocalipsis y su disparatado plan, relegado a ser el minion de un villano que no llena los zapatos.
Ambos personajes demuestran que tenían algo interesante que decirnos, pero que simplemente no hubo lugar para ello. Porque, por otro lado, perdemos muchísimo tiempo en dos partes de la cinta que me molestaron demasiado, pero que seguro a muchas personas les encantarán y casi entiendo por qué. La primera es el cameo “sorpresa”, que lleva a los personajes por una trama que no tiene nada que ver con la principal. Claro, el público se podrá emocionar, pero a mí parecer esto no funciona dado que es un desvío, un paréntesis que no sirve para hacer avanzar esta cinta. La otra parte es la famosa escena de Quicksilver, la cual sí es muy entretenida, pero ¡ya la vimos en “Days of Future Past”! Creo que este es el mejor ejemplo de la flojera que le dio al director, quien, bostezando en su silla, optó por repetir algo que ya habíamos visto y ya había funcionado.
El resto de personajes que ya conocemos y regresan, incluyendo a las nuevas adiciones, no aportan ni quitan. Tormenta (Alexandra Shipp), Nightcrawler (Kodi Smith-McPhee) y hasta Jean y Cíclope parecen más personajes de relleno que nunca logran sorprendernos. Y sí, es necesario sorprendernos y eso debería saberlo el señor Bryan Singer. Esa falta de emoción, sorpresa e ingenio, aunado a las mencionadas inconsistencias, hacen que el sentimiento general sea decepción. Podrá sonar todo muy exigente, demasiado duro, quizá esta película no es tan mala, pero en un mundo dominado por los superhéroes, se tiene que poner más empeño.
El dato
> Director: Bryan Singer
> Elenco: Michael Fassbender, James McAvoy, Oscar Isaac, Tye Sheridan, Sophie Turner, Alexandra Shipp, Kodi Smith-McPhee.
> Género: Superhéroes.
> Clasificación: B
> Duración: 144 minutos.