Baño de sangre en Siria poco antes de llegada de observadores
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El lunes murieron también 42 civiles y hoy perdieron la vida otros 50 civiles en Homs, Daraa e Idlib, según los activistas. El bloqueo mediático hace imposible la verificación independiente de las cifras
Estambul/Damasco.- Más de 320 personas murieron en Siria desde el lunes, día en que Damasco firmó el plan de paz de la Liga Arabe que permitirá la llegada el jueves del primer equipo de observadores árabes, según informaron hoy fuentes opositoras al presidente, Bashar Al Assad.
En lunes, 227 miembros del llamado Ejército de la Siria Libre murieron durante un ataque de artillería de las fuerzas de combate sirias contra los desertores que se habían atrincherado en Yabal al Sawiya y Chan Sheichun, en la provincia de Idlib.
La agencia de noticias estatal Sana informó de combates entre el Ejército y "grupos terroristas" en la región, con varios muertos. En las filas militares no hubo bajas.
El lunes murieron también 42 civiles y hoy perdieron la vida otros 50 civiles en Homs, Daraa e Idlib, según los activistas. El bloqueo mediático hace imposible la verificación independiente de las cifras.
Esta gran cifra de víctimas llega dos días antes de que el jueves llegue a Siria un equipo para preparar el terreno para la llegada de una "misión de observadores más amplia" para implementar el plan de paz de la Liga Arabe que pretende poner fin a la violencia en Siria, informó un diplomático árabe a dpa en Beirut.
"El equipo de 12 miembros que se adelantará estará encabezado por el número dos del secretario general de la Liga Arabe, Sameer Seif al Yazal", dijo el diplomático. El anuncio se hizo tan sólo un día después de que el régimen de Al Assad se aviniese finalmente a firmar el plan propuesto por la Liga Arabe.
Por otro lado Al Assad aprobó hoy por decreto duras sanciones que irían hasta la pena de muerte para los responsables de armar a los "terroristas", según informaron medios estatales.
"La ley contempla la pena de muerte para cualquiera que proporcione armas o ayude a suministrar armas destinadas a realizar actos terroristas dentro del país", informó la agencia de noticias oficial Sana.
El decreto impone también cadena perpetua con trabajos forzados para los condenados por tráfico de armas para quienes "se beneficien o realicen actos de terrorismo" y 15 años de trabajos forzados para el tráfico de armas con otros propósitos.
Las autoridades sirias culpan de los disturbios en el país que se viven desde mediados de marzo a "grupos terroristas" financiados por países árabes u occidentales que pretenden desestabilizar Siria.
La deserción es cada vez mayor en las filas del Ejército, pero los desertores suelen tener sólo armas ligeras, aunque en algunas ocasiones se llevan también armamento pesado al abandonar las tropas fieles a Al Assad.
