Las palabras del año reflejan el impacto digital en las audiencias
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Hace poco se revelaron cuáles son las “palabras del año”, esta idea por elegir y mostrar estas denominaciones y sus significados tiene origen formal en 1990 en el ámbito anglosajón, y desde principios de los 2000 diversas instituciones lexicográficas como Oxford y Cambridge la han convertido en una tradición anual, que realizan de forma sistemática con el objetivo de reflejar los cambios culturales, tecnológicos y sociales a través del lenguaje (TIME, 2014).
Las “palabras del año” no se eligen por popularidad, sino mediante metodologías rigurosas que combinan análisis lingüístico y relevancia sociocultural para mostrar los cambios en el uso del lenguaje desde sus significaciones contextuales. Aunque hay ediciones en donde se le da apertura a las audiencias para elegir por popularidad su versión de palabra del año. Los diccionarios analizan grandes muestras de textos provenientes de medios, redes sociales y entornos digitales para detectar aumentos de frecuencia y transformaciones semánticas. Cambridge complementa este proceso con el estudio de las búsquedas de los usuarios, identificando qué palabras necesitan comprender las personas. Además, se evalúa la relevancia cultural y la valoración experta de lingüistas, de modo que la palabra elegida funcione como una síntesis simbólica del contexto histórico del año y no como una elección arbitraria o por designio de un grupo de audiencias en un momento del año. También hay otros diccionarios como Collins y Merriam, por mencionar los de mayor impacto global.
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Las palabras de este año son: rage bait, aura framing, biohack (Oxford), parasocial (Cambridge), vibecoding (Collins), slop (Merriam). Explicamos cada una de ellas:
1. Rage bait: que se traduce como cebo o anzuelo de ira y se define como: “contenido en línea diseñado deliberadamente para provocar ira o indignación al ser frustrante, provocador u ofensivo, generalmente publicado para aumentar el tráfico o la interacción con una página web en particular o contenido de redes sociales” (Oxford, 2025). Se utilizó por primera vez en línea en una publicación de Usenet en 2002 para designar la reacción de un conductor al ser exhibido por otro conductor que le pedía adelantarlo (Oxford, 2025) aunque luego su uso se extendió a la esfera pública digital para describir y criticar tuits y contenidos virales.
2. Aura framing (elección popular Oxford): Se traduce como cultivo de aura y se refiere a: “El cultivo de una personalidad o imagen pública impresionante, atractiva o carismática comportándose o presentándose de una manera que sutilmente pretende transmitir un aire de confianza, frialdad o misticismo” (Oxford, 2025). El término apareció en 2023 y su uso aumentó en 2024 impulsado por un video viral del niño indonesio Rayyan Arkan Dikha quien figuró por su actitud relajada como bailarín motivador en una carrera tradicional de barcos.
3. Biohack (elección popular Oxford): Se traduce como biohackeo y significa: “Intentar mejorar u optimizar el rendimiento físico o mental, la salud, la longevidad o el bienestar alterando la dieta, la rutina de ejercicios o el estilo de vida, o utilizando otros medios como medicamentos, suplementos o dispositivos tecnológicos” (Oxford, 2025). Esta palabra obtiene relevancia por el interés, especialmente de élites, en mejorar el rendimiento y frenar el envejecimiento. Su uso se duplicó, reflejando la fascinación social por desafiar la mala salud, la vejez y la muerte.
4. Parasocial (Cambridge): Es un adjetivo que describe: “algo que involucra, siente afinidad o se relaciona con una conexión que alguien siente entre sí mismo y una persona famosa a la que no conoce, un personaje de un libro, película, serie de televisión, etc., o una inteligencia artificial” (Cambridge, 2025). El término lo propusieron en 1956 los académicos Horton y Wohl, describe relaciones ilusorias con figuras mediáticas, hasta que en 2025 la palabra parasocial se popularizó y cambió por el auge de redes sociales, influencers y chatbots de inteligencia artificial.
5. Vibecoding (Collins): se traduce como la codificación de vibraciones y significa: “el uso de inteligencia artificial basada en lenguaje natural para facilitar la escritura de código informático [...] Básicamente, decirle a una máquina lo que quieres en lugar de codificarlo tú mismo con tanto esfuerzo”. (Collins, 2025). El término es del pionero de la IA Andrej Karpathy, ex director de IA en Tesla e ingeniero fundador de OpenAI (CNN, 2025) quien lo utilizó para describir la creación de una aplicación con ayuda de la IA y recordando la posibilidad de “olvidar que el código existe” sintiendo la “vibración del código”.
6. Slop (Merriam): se traduce como bazofia, basura o desperdicio y significa “contenido digital de baja calidad que se produce generalmente en cantidad mediante inteligencia artificial” (Merriam-Webster, 2025), algunos de ellos perturbadores o irreales.
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Estas palabras tienen en común la descripción de sensaciones o reacciones de las audiencias, mostrando efectos o vivencias con plataformas, algoritmos, inteligencia artificial y economías de la atención. Comparten una carga crítica y reflexiva al funcionar como términos para interpretar tensiones contemporáneas: la manipulación emocional, la estetización del yo, la automatización creativa, la mercantilización del afecto y la precarización de la calidad informativa. Una polarización entre el rechazo y la aceptación de las tecnologías a través de la creación y uso del lenguaje.
nahayeli.gomez@gmail.com