La Biznaga, Coahuila: Un pueblo con magia

Disfrutando los paisajes paradisíacos del rico municipio de Arteaga, nos desplazábamos mis compadres y yo, por las carreteras vecinales entre Jamé y Los Lirios, de pronto, surge una diagonal y aparece a nuestros ojos un ejido que tímidamente ostenta el nombre de La Biznaga, por un lado aparece el nombre correcto, y por otro aparece el calificativo, también en letrero oficial de: Visnaga. Quizás sólo sea el capricho de alguien que quiso llamarlo de forma diferente.

Nos llamó la atención, ya que para los que tratamos de conocer el estado, La Biznaga representa un ejido, así es que paramos a visitar ese centro poblacional. Para nuestra sorpresa es una comunidad que semanalmente es visitada por diferentes personas de varios lugares del estado y fuera de él, no por su estructura, si no por lo que ahí se practica. Según cuentan los vecinos, existen varias personas que se dedican a dar limpias; curas, a quitar las malas vibras, y algunas con más pericia practican la brujería, unas dicen que es de la blanca y otras que son de la negra. Queeeen saaabe.

Nos damos a la tarea de buscar una persona que nos dé más datos sobre ello, camino por el centro del pueblo y la gente se me queda viendo extrañada, pues ¿qué buscará este pelao? se han de preguntar.

Extrañamente en esos lugares no pude encontrar una biznaga. Sí hay una que está dentro de un neumático, creo que no hay más, no existe ese tipo de cactáceas por ese lugar, a pesar de contar con agua suficiente, no existen estas plantas suculentas, productora del alimento de Cuaresma al cual se le llaman cabuches.

Los habitantes del ejido se mantienen de la agricultura, del pastoreo del ganado, recolección de frutos, del comercio. El resto, de los servicios prestados a los visitantes ocasionales de fin de semana, los que van a dejar sus malas vibras, luego de una buena limpia espiritual.

Se siente al caminar por sus calles, el encantamiento que envuelve al lugar, o quizás sea la sugestión que se genera al saber lo que se busca, es el temor a lo desconocido, pero muy pronto conoceremos algo, o mucho, todo depende de lo que nos quieran contar, si así fuera, todo estriba de la voluntad de nuestro entrevistado o entrevistada, estamos en espera de lo que suceda...

Luego de varias vueltas por el rumbo, llegamos a una tienda rural en donde nos informaron que a media cuadra estaba una señora que se dedica a hacer las limpias.

Entramos al lugar y preguntamos por doña Lupita, después de un rato salió la señora de su casa, y nos permitió platicar con ella de sus dones y poderes.

El nombre completo es María Guadalupe Cortez Peña, ella es originaria de La Petaca, Nuevo León, nos cuenta que adquirió los poderes de su abuela materna, desde que tenía 10 años, pero fue hasta los 12 en que verdaderamente los aplicó para curar a la gente.

Cuenta que hace tiempo aquí en La Biznaga había mucha gente que se dedicaba a eso, pero se han ido acabando, en el ejido, sólo hay una materia del niño Fidencio. Al preguntarle a Lupita que si cobra por su trabajo, inmediatamente nos contestó que sí, que de eso vive y que cobra porque su trabajo lo vale, de ahí se van sanados los que llegan enfermos. Nos comenta que también hace preparados para la suerte de los negocios, los empleos, cura empachos y a las señoras que no pueden tener hijos las prepara para que tengan sus retoños.

Platica doña Lupita que ella ha ayudado a los candidatos para diputados pero no le han dejado buen resultado, ya que cuando ganan no pagan, ni llevan al ejido lo que les prometen. Así es que mejor prefirió no ayudarlos.

Doña Lupita, como se le conoce en el ejido, por la experiencia que tiene, dice que con sólo ver a la persona sabe si está enferma o no.

Tiene unos guías que siempre han vivido con ella, por un lado es un espíritu que invariablemente le ha apoyado, desde que empezó a ejercer este poder, y además tiene de su parte a Santa Lucía, que es el nombre correcto de la Santa Muerte.

Ella siempre se ha dedicado a la magia blanca, aunque varias personas le piden hacer maldades con magia negra, jamás lo ha hecho ya que ella está para ayudar a la gente y no para fregarla.

El espíritu que la protege siempre está al pendiente de su persona, cuenta que en una ocasión tuvo la visita del espíritu mayor, pero no se dejó influir y sus guías le ayudaron a combatir y salir ganando de la visita del príncipe como ella dice que se llama.

Sus principales medios para curar a los enfermos son: la piedra de alumbre, pirul, y huevo. Con eso recoge todas las maldades que les son puestas en hechizos, como es el caso de esta piedra de alumbre que nos muestra y que en ella se reflejan las maldades que quisieron hacerle a la señora que se acaba de ir.

Así es esto.
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