Por vocación
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11 septiembre 2007
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En su deseo por ser alguien en la vida y realizar la profesión que más le llenaba, "El Cone", hizo sus "pininos" en el periódico La Voz; posteriormente pasó a ser parte del equipo de El Tiempo, después de La Prensa, de donde fue despedido sin motivo alguno y regresó a El Tiempo.
Monclova, Coah.- "Cuando quedó desempleado, no supo por qué, pero se `agüitó' tanto que no sabía qué hacer, porque no quería darle molestias a mamá, mucho menos a nosotros, pero Dios lo ayudó y regresó a su antiguo trabajo", dijo su hermana.
Estando dentro del periódico, cerca de los accidentes y de las muertes, Carlos Ballesteros veía todo con profesionalismo y madurez, pues cuando veía sufrir a alguien se quebraba por dentro y sus sentimientos los sacaba a relucir sin olvidarse de su pasión, según recordaron sus compañeros.