A pie y de “ride” llegan migrantes a Saltillo, buscan transporte para llegar al norte
Cientos de migrantes que caminaron toda la noche desde la Central de Autobuses de Monterrey comenzaron a llegar a pie y de aventón o “ride” a Saltillo, donde esperan encontrar transporte para moverse rumbo a la frontera norte del estado.
Los extranjeros originarios de países del centro y sur de América habían permanecido varados en la terminal regia debido a que las autoridades migratorias prohibieron la venta de boletos a migrantes con destino a municipios como Piedras Negras y Acuña en Coahuila, y Reynosa, Tamaulipas.
La caravana avanzó durante más de 12 horas por la carretera libre Saltillo-Monterrey, paso a paso, con bebés en brazos o carriolas, niñas, niños, jóvenes, mujeres embarazadas y adultos, todos cargando cobijas y pocas pertenencias en mochilas.
“No he dormido nada”, dijo José David, un niño de 13 años que viajó más de 3 mil kilómetros desde su país hasta el sur de México, atravesando al menos cinco países y una selva donde han muerto otros migrantes.
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El joven viaja con tres primos mayores: su objetivo es llegar a Estados Unidos y trabajar.
Por la mañana, cientos de caminantes se detienen a descansar bajo puentes vehiculares o alguna sombra proyectada por los escasos árboles a pie de carretera. La Policía civil de Nuevo León los escolta, así como dos ambulancias con paramédicos, quienes atendieron a una mujer que se desmayó y a otras personas con llagas y ampollas en los pies por la travesía.
Débiles, exhaustos, con peligro de sufrir un golpe de calor, los migrantes piden aventón o “ride” a los viajantes. Algunas camionetas se detienen y llenan la caja de personas. Otros migrantes continúan a pie, en familia, bajo el sol norestense que antes del mediodía luce totalmente azul, sin ninguna nube que alivie el calor que se incrementa.
“Si me ven solo, soy carnada”, expresó Luis Fernando, venezolano de 33 años que también cuenta con la visa humanitaria expedida por el Instituto Nacional de Migración (INM), del Gobierno federal, para poder arreglar su situación migratoria y circular libremente por el país durante 30 días.
Él administra un grupo de Whatsapp en el que se comunica con sus compañeros que avanzaron con rumbo a Monclova y de ahí a Piedras Negras, pues quieren evitar Saltillo porque ahí, al igual que en Monterrey, tampoco están vendiendo boletos para que los extranjeros viajen a los municipios fronterizos.
Invariablemente, todos los migrantes alertaron que los agentes de Migración y las Policías del Estado los están deteniendo, engañando, amenazando y agrediendo, por lo que pidieron tener cuidado con los uniformados y encapuchados.
La caravana se fragmentó y arribó en partes a Saltillo y otros municipios de Coahuila. La esperanza de las personas extranjeras es que les permitan viajar al norte aunque los deporten. Por Whatsapp hay compañeros que les informan que ya cruzaron el río Bravo. Están a menos de 500 kilómetros de la frontera y no piensan detenerse.
