La mochila, riesgo para la salud

Acuña
/ 13 agosto 2018

VLos tirantes deben ser anchos, con hombreras de cuatro o cinco centímetros, cuando menos y en lo posible acojinados y cómodos

Cargar excesiva carga podría acarrear serias consecuencias en la columna vertebral del alumno

El peso excesivo y uso incorrecto de una mochila escolar puede provocar deformación en la columna vertebral, alteraciones a nivel lumbar, cuello, hombros o afectar las articulaciones de las manos y otras partes del sistema músculo esquelético, en el corto o mediano plazo, informó la doctora Yarely Rodríguez Gómez. 

La pediatra del Hospital General de Zona del IMSS No. 1 agregó que cargar más del 10 por ciento del peso corporal es un riesgo para la salud y aunque las mochilas de arrastre representan un beneficio, también causan lesiones.

Entre los aspectos a considerar al momento de hacer la selección destacan las dimensiones, la parte superior no debe ser más ancha que los hombros y el largo debe llegar cinco centímetros arriba de la cintura.

Los tirantes deben ser anchos, con hombreras de cuatro o cinco centímetros, cuando menos y en lo posible acojinados y cómodos.

Existen bolsas tipo maletín —de un solo lado—, éstas no se recomiendan ya que el peso no es equilibrado en el cuerpo del infante o del joven.

Es importante vigilar que el estudiante no cargue más artículos de los estrictamente necesarios, ya que el sobrepeso conlleva afecciones en las muñecas y articulaciones de las manos, cuando se trata de bolsas de arrastre y las que se cargan representan riesgo en los hombros, cuello y espalda.

Ejemplifica la doctora que un adolescente cuyo peso es de 40 kilos, no debe llevar más de 4 kilos ni siquiera en las mochilas de arrastre, ya que en estos casos se debe considerar el esfuerzo que se hace al empujarla y la posibilidad de bajar y subir escaleras ya sea en inmuebles o camiones, según sean las circunstancias.

La advertencia principal a los padres de familia es enfatizar con sus hijos la importancia de no cargar artículos innecesarios, apoyar al escolar en el transporte de sus objetos (encaminarlo lo más cercano a su centro de estudios) y estar atentos junto con los maestros, a cualquier queja del alumno respecto al peso de la mochila para realizar las correcciones apropiadas, así como fomentar el hábito de las buenas posturas corporales.

La obesidad es el principal desencadenante de lesiones óseas y musculares, y si a ello se le agrega el peso exagerado de una bolsa el problema es mayor,  por lo que no se debe pasar inadvertida la salud de los menores que incluye una alimentación saludable y la práctica de alguna actividad física, concluye.

OJO:

Al comprar una mochila fíjese en lo siguiente:

La parte superior no debe ser más ancha que los hombros de su hijo.

Debe llegar cinco centímetros más arriba de la cintura.
Los tirantes deben medir, por lo menos cuatro centímetros, acojinados y cómodos.

Evite que su hijo cargue material innecesario.

Las mochilas de rueditas también causan lesiones.

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