Se registran dos suicidios en menos de 24 horas en Acuña
Dos hombres se quitaron la vida en distintos sectores de Ciudad Acuña; uno sufría depresión y otro era adicto al ‘cristal’
ACUÑA, COAH.- La tragedia volvió a tocar a Ciudad Acuña con la confirmación de dos suicidios ocurridos en menos de 24 horas, ambos en distintos puntos de la ciudad, y con historias marcadas por el sufrimiento emocional y la falta de atención a la salud mental.
El primer caso se registró la mañana del viernes en la colonia Porvenir. Samuel ¨N¨, de 49 años de edad, fue encontrado sin vida en el interior de una vivienda ubicada en el callejón Manuel Acuña, número 1830.
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Su prima, Rubí Ana Sánchez, relató a los agentes de la Agencia de Investigación Criminal que Samuel era consumidor habitual de la droga conocida como “cristal” y que ya había intentado quitarse la vida en varias ocasiones. Esta vez, lo encontró ahorcado con una cuerda amarrada a una viga del techo.
Con este hecho, Samuel se convirtió en el décimo caso de suicidio en lo que va del año en el municipio, según datos preliminares proporcionados por las autoridades.
El segundo caso ocurrió casi simultáneamente, en la colonia 28 de Junio, específicamente en la calle Donato Guerra número 323, cerca del Museo Municipal. Luis Guillermo ¨N¨, de 32 años, fue localizado sin signos vitales en su domicilio, luego de que familiares alertaran al sistema de emergencias 911.
Según declaraciones de una tía del fallecido, Luis Guillermo enfrentaba un profundo cuadro de depresión tras la reciente muerte de su abuela, quien tenía 93 años de edad. Elementos de Seguridad Pública y peritos de la Agencia de Investigación Criminal acudieron al lugar y realizaron las diligencias correspondientes, incluyendo el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley.
Ambos casos han vuelto a encender las alertas en torno a la creciente problemática del suicidio en Ciudad Acuña, un tema que sigue sin recibir atención integral, a pesar de las reiteradas señales de crisis entre la población. La falta de recursos en salud mental, sumada a la estigmatización del tratamiento psicológico, mantiene a muchas personas en riesgo sin una red real de contención.
