Adivierte IMSS Coahuila riesgos de embarazos fuera de la edad reproductiva óptima de la mujer
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila ha emitido un llamado a las parejas para reflexionar sobre los riesgos latentes de complicaciones durante el embarazo en los extremos de la vida reproductiva de las mujeres, es decir, antes de los 20 y después de los 35 años.
La institución subrayó la importancia de contar con un control prenatal adecuado para garantizar un desarrollo gestacional óptimo, tanto para el bebé como para la madre.
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La doctora Ariadna Ristori Milla, jefa del departamento de Gineco-Obstetricia en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, advirtió sobre los riesgos incrementados fuera de este rango etario. Entre las principales complicaciones para los bebés destacan los nacimientos prematuros, defectos congénitos, problemas pulmonares susceptibles a infecciones y el desarrollo de condiciones como diabetes e hipertensión.
En cuanto a las madres, la especialista señaló que las mujeres mayores de 35 años enfrentan un mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional, además de amenazas de aborto, preeclampsia (presión arterial alta y daño renal) y eclampsia (convulsiones severas).
“Es fundamental que antes de decidir embarazarse, las parejas consideren los problemas de salud ocurridos en embarazos anteriores, ya que podrían repetirse y afectar a la mujer y al bebé”, puntualizó la doctora Ristori.
Entre las complicaciones previas que deben tomarse en cuenta están:
>Nacimientos de bebés con bajo peso (menos de 2.5 kilogramos) o macrosomía (peso superior a 4 kilogramos).
>Partos difíciles, cesáreas o abortos espontáneos.
>Defectos congénitos en el bebé.
>Partos prematuros o hijos nacidos muertos.
>Episodios de preeclampsia, hemorragias o hinchazón durante embarazos anteriores.
Como medidas preventivas, la doctora invitó a las parejas a acudir con su médico familiar o al servicio de Salud Reproductiva en la unidad del IMSS más cercana. Recomendó también adoptar hábitos saludables previos a la concepción, como el consumo de ácido fólico, una dieta balanceada y el mantenimiento de un peso corporal adecuado.
“Un embarazo sano y feliz es posible cuando se toman decisiones informadas y responsables. Con el apoyo del personal médico y el seguimiento de medidas preventivas, podemos minimizar los riesgos y garantizar el bienestar de la madre y el bebé”, concluyó la especialista.