Adultocentrismo y vulneración de derechos de menores: especialista frente a caso Dalai Lama
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Normalizar los actos de abuso sexual, acoso y pederastia, sin importar quién los comete, permite justificar que niñas, niños y adolescentes sean vulnerables frente a los deseos de las personas adultas y esto es preocupante, dice el coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y El Caribe, Juan Martín Pérez.
Y es que la agresión del Dalai Lama, de 87 años, en contra de un niño de 9 años es evidente e injustificada, ya que ninguna tradición o práctica religiosa puede ponerse por encima del interés superior de la niñez, que se enfoca en el bienestar y pleno ejercicio de los derechos de las infancias y adolescencias.
“Las agresiones y el abuso sexual suceden en relaciones de jerarquía, de poder e impunidad; preocupa que nuevamente el pacto patriarcal y su narrativa dominante en los medios de comunicación y entre las autoridades responsables protejan al jerarca religioso, minimizándolo a una broma, demencia senil o un incidente, negando que se están vulnerando los derechos de un niño”, comentó el coordinador.
Advierte que este tipo de situaciones se han replicado en casos como el de Marcial Maciel Degollado, un sacerdote mexicano fundador de la congregación católica Legión de Cristo que fue acusado formalmente por cometer abusos sexuales a varios miembros de la comunidad.
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Entre otros, el de Naasón Joaquín García de la Iglesia de la Luz del Mundo, quien también fue señalado por abuso sexual infantil, protegido en México y ahora procesado en los Estados Unidos.
“Precisamente se dio en 2018 que la justificación de estos abusos fue denunciada a través del hashtag #MeTooGuru por abusos sexuales de budistas a niñas y niños, y muchos de estos delitos todavía siguen impunes.
“Sabemos que el pacto de impunidad de los jerarcas garantiza que no se realice ninguna investigación oficial porque no hay denuncias formales”, comentó el especialista.
Resaltó que el adultocentrismo y sus narrativas continúan siendo una barrera que invisibiliza los derechos de infancias y adolescencias, pues se centran en la justificación de los agresores.
“Es necesaria una exigencia internacional para que se llegue a verdadera justicia, sin esto solo se logrará otro #MeTooGuru que no se tomará como una denuncia formal para llegar hasta una investigación”, reflexionó Juan Martín Pérez.