¡Al fin! Instalan caseta policiaca en la calle ‘más insegura’ de Saltillo

Después de meses de incertidumbre y temor, los vecinos de la calle Escobedo, en su cruce con General Cepeda, finalmente pueden respirar con algo más de tranquilidad.

La instalación de una caseta policial en esta intersección de la Zona Centro de Saltillo marca un importante paso en la lucha contra la inseguridad que ha plagado a esta zona durante años.

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El calvario de los residentes de la calle Escobedo ha sido constante. Los robos a casas y automóviles se habían convertido en una parte lamentable de la vida diaria, con los negocios locales sufriendo pérdidas y los residentes viviendo con el miedo de ser las próximas víctimas.

Erika García, dueña de una imprenta en la zona, ha sido testigo de innumerables atracos capturados por las cámaras de videovigilancia de su negocio. “Es desesperante. Llevamos años con este problema y parecía que nadie nos escuchaba”, comenta García, visiblemente aliviada por la reciente intervención de las autoridades.

La instalación de la caseta de vigilancia no fue una decisión tomada a la ligera. Fue el resultado de una creciente presión comunitaria y de la visibilidad que los medios de comunicación dieron a la problemática. En notas anteriores, este medio ha expuesto la grave situación que vivían los vecinos, lo que catalizó una respuesta más contundente por parte de la Comisaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Saltillo.

Así, elementos policiacos se reunieron con los vecinos para discutir soluciones y, finalmente, prometieron la instalación de una caseta policial como medida disuasoria.

El comandante Zaragoza expresó su compromiso con la comunidad, y durante una reunión con los residentes se discutieron las preocupaciones y se delinearon las acciones a seguir. La caseta, instalada el pasado jueves 27 de junio, no solo simboliza un esfuerzo por mejorar la seguridad, sino también una respuesta a las demandas de una comunidad cansada de la inseguridad.

Los efectos de esta nueva medida aún están por verse, pero la respuesta inicial de los vecinos ha sido positiva. “Esto nos da un poco de paz. Sabemos que no es la solución definitiva, pero es un gran avance”, afirma García, quien ahora se siente más segura al abrir su negocio cada mañana.