‘Armillita’ intentó cerrar su propia plaza a poco tiempo de inaugurada

Coahuila
/ 18 junio 2023

Los socios y aficionados taurinos lo impidieron en dos ocasiones

Son detalles. El “Maestro de Maestros”, el torero Fermín Espinosa “Armillita”, a quienes muchos críticos consideran el mejor de la historia de México y el mundo y originario de Saltillo, en dos ocasiones intentó cerrar y desmantelar la Plaza “Armillita”, que él mismo mandó construir junto con otros socios locales en la hoy colonia Villa Olímpica.

El coso, inaugurado el 13 de marzo de 1949, estuvo a punto de tener una vida muy breve, más breve que la vida de un toro de lidia, y la estocada iba de la mano del propio impulsor principal de su construcción a base de ladrillo y gradería de madera, que antes de su apertura no fue ocupada por aficionados taurinos, sino por cientos de costales de harina para probar el peso que podía soportar.

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El coso, inaugurado el 13 de marzo de 1949, estuvo a punto de tener una vida muy breve, más breve que la vida de un toro de lidia, y la estocada iba de la mano del propio impulsor principal de su construcción a base de ladrillo y gradería de madera, que antes de su apertura no fue ocupada por aficionados taurinos, sino por cientos de costales de harina para probar el peso que podía soportar.

$!La Plaza de Toros “Armillita” se engalanó con la presentación de Manuel Banítez “El Cordobés”, Vicente Salas “Chico” y el banderillero Pascualet.

En el Archivo Municipal de Saltillo guardan el oficio original número 11163, expediente M-M-32, fechado el 5 de julio de 1951, firmado por el gobernador Raúl López Sánchez y dirigido al ciudadano Fermín Espinosa, en el que “se le concede autorización para el desmantelamiento de la Plaza de Toros de esta ciudad”.

“El 22 de junio anterior, ‘Armillita’ solicitó permiso para desmantelar ‘la Plaza de Toros que la Empresa Taurina Armillita, Sociedad Anónima, organizada por usted, construyó en terrenos situados al norte de esta ciudad, lado poniente de la carretera Saltillo-Monterrey, en virtud de ser incosteable la explotación del aludido coso; el Ejecutivo de mi cargo, tomando en cuenta las razones que se sirve usted exponer en el memorándum al principio citado, ha tenido a bien otorgarle la autorización que solicita”.

$!‘Armillita’ intentó cerrar su propia plaza a poco tiempo de inaugurada

Se desconoce si la propuesta fue cancelada de último momento o si “Armillita” se desistió, pero la plaza siguió funcionando.

Sin embargo, a inicios de 1953, recuerda el periodista Carlos Gaytán Dávila, quien ha colaborado en diversos medios locales y nacionales desde hace varias décadas, el “Maestro de la Tauromaquia” decidió desmantelar la plaza con el argumento de que las corridas de toros y otros espectáculos no eran negocio.

Se decía, recuerda, que la intención era venderla pieza por pieza para armarla en Guadalupe, Nuevo León. El comprador sería el empresario taurino Remigio González.

$!Vicente Salas Cárdenas “Salitas” y la rejoneadora Edith Evans, en el patio de cuadrillas de la Plaza de Toros “Armillita”.

Vicente Salas “Salitas”, en su libro “La fiesta de los toros”, escribió que “Armillita” no tomó en cuenta al resto de los socios, entre ellos David Linares Martínez, el dueño del terreno, y Enrique Martínez. Un día, le avisaron a “Salitas” que de la plaza salía un camión con parte de las tarimas de sombra del ruedo rumbo a Monterrey.

De inmediato, señala el experimentado reportero, se reunió con Francisco Garza Villarreal y con los hermanos Arizpe, Emilio, Joaquín y Miguel, y con Alfredo Villarreal, concesionario de la venta de cerveza, para informarles lo ocurrido.

Acudieron con el alcalde Carlos Valdés Villarreal, quien ordenó suspender el desmantelamiento, y pidió que policías resguardaran el lugar. El 31 de enero, varios accionistas se presentaron en las instalaciones de un periódico local para expresar su inconformidad contra “Armillita”, pues, aparentemente, a sus espaldas había vendido la plaza.

Los socios, por mantener la plaza, estuvieron de acuerdo en donar las acciones a la Cruz Roja de Saltillo, y otros más acudieron al gobernador Román Cepeda Flores para explicarle que desde el 28 de marzo de 1949 formaron una sociedad anónima con “Armillita” y su esposa Ana María Acuña de Espinosa, para presentar espectáculos taurinos y deportivos.

$!La Plaza de Toros “Armillita” fue inaugurada el 13 de marzo de 1949, con un cartel de lujo en el que figuraron Fermín Espinoza “Armillita”, Carlos Vera “Cañitas” y Félix Briones Siller, entre otros.

La sociedad no estaba liquidada, de manera que el Gobernador ofreció el apoyo para mantener la Plaza “Armillita”. Se sumaron los comerciantes, sociedad y aficionados al reclamo. Al día siguiente, “Armillita” llegó a la ciudad y manifestó que cancelaba el trato de venta. El periódico publicó que los socios se negaron a vender las acciones a “Armillita”, quien pretendía vender el coso a una empresa de Monterrey.

Con altas y bajas, la Plaza Armillita siguió presentando corridas de toros con diestros de fama mexicanos y españoles, funciones de lucha libre box, circenses y artísticos.

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