¿Baches? No, ¡socavones! Denuncian enormes hoyos en bulevar de Ramos Arizpe a causa de las recientes lluvias
Las recientes lluvias registradas en la región Sureste de Coahuila provocaron que los baches se multiplicaran como “gremlins”.
Gigantescos hoyos aparecieron, prácticamente socavones, trampas en las que caen los automovilistas y sufren daños considerables en los vehículos, como lo constató VANGUARDIA.
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En el bulevar Salto del Agua, en Ramos Arizpe, inmensos baches “aparecieron” de la noche a la mañana en ambos sentidos, lo que obligó al Municipio a colocar tambos y conos amarillos para advertir a los conductores circular con precaución para evitar caer en los inmensos pozos.
Frente al fraccionamiento Villa Sierra Nueva el sábado se generó un bache que mide 2 por 2.5 metros a lo largo y ancho de la arteria, con una profundidad de 25 centímetros. De acuerdo con los vecinos, hace dos semanas una cuadrilla de trabajadores municipales había realizado labores de bacheo en el mismo sitio, sin embargo, las lluvias registradas durante jueves, viernes y sábado volvieron a hundir el asfalto.
Más adelante, en el carril de sur a norte, frente al fraccionamiento Valle de Fontana, surgió un mega-bache que obligó a bloquear un carril de circulación porque ahí el pavimento se hundió 60 centímetros en la parte más afectada.
El desplome abarca una longitud de aproximadamente 10 metros de largo por dos a tres metros de ancho, sin embargo, al caminar sobre el asfalto, este se hunde ligeramente y se escucha hueco, de manera que el daño es mayor, porque el socavón bajo el pavimento mide varios metros de largo. La cinta de dos metros de largo no permitió medir la longitud. Como medida preventiva la Policía Municipal colocó tambos de advertencia.
En ese punto, el ingeniero Félix Montoya, vecino, informó que en la construcción del fraccionamiento, que tiene aproximadamente 2 años de inaugurado, el agua y el drenaje lo introdujeron por esa vialidad, pero el terreno no fue compactado de manera adecuada, lo que explica los hundimientos.
Unos metros más al sur, se observan unos “retoños” de los baches que amenazan con convertirse en verdaderos pozos, si las autoridades no realizan un trabajo de bacheo de calidad y de inmediato.
AUTOS PONCHADOS
En un bache de 1.30 metros de ancho por 2 metros de largo, de unos 20 centímetros de profundidad, el ingeniero fue una de las varias víctimas. El sábado al mediodía su auto Toyota Corolla sufrió daño mecánico, la tolva se le sumió y le costó una inversión de aproximadamente mil pesos la reparación. En ese momento, llegó una patrulla de la Policía Municipal a colocar y los oficiales colocaron conos amarillos de advertencia.
“Le aseguró que esto va a durar meses y nadie lo va a arreglar, como siempre. El problema es que hay mucha gente que pasa y no lo reporta. Que vengan a arreglar pronto, es peligrosísimo esto, se imagina que caiga ahí alguien ahorita, se voltea el carro. Con quién se queja uno si no le hacen caso”, dijo.
Otra víctima fue Erick Jiménez, quien conducía su camioneta Jeep Compass al dirigirse a un evento social cayó en la trampa, la llanta delantera derecha se le reventó y el rin resultó dañado. El neumático cuesta alrededor de 3 mil pesos, por lo que su madre, la señora Dalia Barrón señaló que este lunes acudirían al Municipio a reclamar el pago del daño.
A la altura de la iglesia Santiago Apóstol hay otro bache de medianas dimensiones, donde un bloque parado advierte a los automovilistas del riesgo de caer en él.