Bajo amenaza extrema la libertad de prensa en México
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El debilitamiento económico de los medios de comunicación amenaza, como nunca, a la libertad de prensa, reveló Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Su extenso indicador económico de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa sigue cayendo en 2025 y “alcanza un nivel crítico sin precedentes”.
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México, que se ubica, tras un retroceso de tres escaños, en la posición 124 (de 180), a saber, “el país más peligroso de América Latina para los periodistas”, también registra un fuerte descenso en su indicador económico.
En general, los medios están hoy atrapados “entre la garantía de su independencia y su supervivencia financiera”, destacó la organización en su reporte anual.
Aunque las agresiones físicas contra los periodistas son el aspecto más visible de las vulneraciones a la libertad de prensa, las presiones económicas, “más insidiosas”, también representan un obstáculo de primer orden, recalcó.
Como consecuencia, y por primera vez en la historia del ranking, la situación de la libertad de prensa se vuelve “difícil” a escala mundial.
Mientras la libertad de prensa sufre un retroceso alarmante en muchas regiones del mundo, su situación económica, un factor decisivo a menudo subestimado, debilita profundamente a los medios informativos.
Según RSF, la “concentración de la propiedad, presiones de los anunciantes o de los accionistas, ausencia, restricción o asignación opaca de ayudas públicas” constituyen actualmente el común denominador de los medios en el mundo.
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A la luz de la evolución de estos factores, Reporteros Sin Fronteras plantea una conclusión: “los medios se encuentran actualmente atrapados entre la garantía de su independencia y su supervivencia financiera”.
“Garantizar un espacio mediático plural, libre e independiente requiere condiciones económicas estables y transparentes. Sin independencia financiera, no hay prensa libre”, subraya en su análisis, con corte al mes de mayo.
Y asienta: “Cuando los medios de comunicación son económicamente frágiles, se ven arrastrados a la carrera por la audiencia, a costa de la calidad, y pueden convertirse en presa de los oligarcas o políticos que los instrumentalizan”.
En efecto, “cuando los periodistas se empobrecen, ya no tienen medios para resistir a los adversarios de la prensa, los pregoneros de la desinformación y la propaganda”.
En vista de tan crítica situación, es necesario restaurar una economía de los medios que sea favorable al periodismo y que garantice la producción de información fiable, una producción necesariamente costosa, señala Anne Bocandé.
La directora editorial de RSF afirma que existen soluciones que deben aplicarse a gran escala, considerando que “la independencia financiera es una condición vital para garantizar una información libre, fiable y al servicio del interés general”.
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Mientras tanto, en 2025, las condiciones para ejercer el periodismo son “malas” en la mitad de los países del mundo, lamenta.
El indicador sobre las presiones económicas y las condiciones financieras del periodismo es, de los cinco que contiene la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, “el que más lastra la puntuación global de los países en 2025”.
En 160 países los medios de comunicación no logran alcanzar la estabilidad financiera, según los datos recopilados por la organización.
Ni siquiera naciones con una posición en el ranking bastante buena, como España (23º), Sudáfrica (27º) y Nueva Zelanda (16º), están exentas de estas dificultades.
34 países destacan por los cierres masivos de medios, que han disparado el exilio de periodistas en los últimos años.
Tales son los casos de Nicaragua (172º, -9 puestos), pero también de Bielorrusia (166º), Irán (176º), Birmania (169º), Sudán (156º), Azerbaiyán (167º) y Afganistán (175º), donde a las dificultades económicas se suman las presiones políticas.
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En el país “de las libertades”, Estados Unidos (57º, -2 puestos), el indicador económico ha perdido más de 14 puntos en dos años, y regiones extensas se están convirtiendo en “desiertos informativos”, apunta RSF.
El periodismo local “paga un alto precio por la recesión económica”: más del 60 por ciento de los periodistas y expertos en medios encuestados en Arizona, Florida, Nevada y Pensilvania coinciden en que “es difícil ganarse la vida como periodista”.
El 75 por ciento de los reporteros abordados afirma que “la viabilidad económica de un medio de tamaño mediano es compleja”.
El descenso de 28 puestos en el indicador social del país revela que el entorno global de los medios es cada vez más hostil para la prensa.
Esta coyuntura debilita aún más una economía de los medios, ya de por sí maltrecha por el dominio de los llamados “GAFAM” (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft) en la distribución de la información.
Sus plataformas, mayoritariamente no reguladas, acaparan una parte cada vez mayor de los ingresos publicitarios que normalmente deberían sustentar al periodismo tradicional.
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La inversión en publicidad en las redes sociales ascendió a 247,300 millones de dólares en 2024, lo que supone un aumento del 14 por ciento respecto a 2023.
No contentas con debilitar el modelo económico de los medios, las plataformas también contribuyen a la proliferación de contenidos manipulados o engañosos, intensificando los fenómenos de desinformación, refiere otra parte del documento.
