Coahuila: Lucha contra el suicidio sigue sin resultados concretos, advierten activistas
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Las acciones realizadas para reducir la alarmante tasa de suicidios en la entidad son, hasta ahora, “una batalla perdida”. De hecho, “nunca la hemos ganado”, sostuvo Magdalena Martínez Martínez, coach y activista social.
Al revelar que, a finales del año anterior, fue llamada a participar, junto con otros especialistas, en una reunión privada convocada por el gobernador Manolo Jiménez, con el fin de establecer una estrategia definitiva para abatir este complejo problema, dijo que aún es fecha que el proyecto respectivo sigue sin concretarse.
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La Secretaría de las Mujeres de Coahuila, el Instituto Municipal de las Mujeres en Saltillo y la propia Secretaría de Salud, entre otras entidades, se mantienen a la espera de que las acciones bosquejadas empiecen a concretarse a nivel institucional, expuso.
La titular de la organización “Mujeres en Movimiento” agregó que el plan consiste en aplicar la experiencia de este centro de desarrollo humano para proporcionar orientación y ayuda directa a los jóvenes, en sus hogares y centros de estudio.
Pero, “tristemente, todo indica que la burocracia está haciendo de las suyas, mientras perdemos a cientos de personas que optaron por la puerta fácil”, lamentó.
“Es inadmisible”, subrayó, “que Coahuila siga ocupando uno de los primeros lugares de suicidios en el país”.
Hasta ahora, “todas las supuestas estrategias gubernamentales no han dado los resultados que se buscan; con intentarlo, no ganamos nada”.
Por su parte, la psicóloga y activista por la salud mental, Berenice de la Peña Aguilar, expuso que “los resultados institucionales siguen siendo desalentadores”.
El fenómeno de los suicidios se refiere a una “problemática multifactorial” que, por lo mismo, “no puede resolverse con esfuerzos aislados”.
La terapeuta familiar consideró que los efectos de las acciones del sector público son de largo plazo, por lo que el problema seguirá latente.
Reprochó que, por lo general, las instituciones clave, sobre todo los centros de salud, carezcan de personal especializado para atender a las personas con ideación suicida y a sus familiares.
Tras informar que son varias las mesas a las que ha invitado el sector público, la autoridad no ha caído en la cuenta de que “sin desarrollo social no hay salud mental, y viceversa”.
“Seguimos viendo indicadores y nuevos comportamientos suicidas que nos tienen que hacer pensar y ponernos a trabajar”, remarcó.
La especialista explicó que uno de los aspectos que más contribuyen a que una persona se quite la vida es el estrés que se acumula durante el día.
Se refirió, por ejemplo, al pésimo servicio de transporte de Saltillo, en torno al cual “hay muchas protestas por las horas que las personas pierden en los trayectos entre sus hogares y centros de trabajo; eso influye en la salud mental”.
Advirtió, por otra parte, la espiral de violencia en la que se desenvuelve la sociedad, en donde “hay más saña y crueldad”.
“Tenemos que hacer un análisis estadístico”, indicó, “e involucrar más a instituciones como el Cesame, así como a quienes aplican tratamientos psiquiátricos, incluso a personas embarazadas por violación”.
“Los menores de edad se suicidan, sobre todo, los domingos”, alertó, y calificó como preocupante que ocurran hasta tres autoinmolaciones en un solo día.
La psicóloga opinó que la lucha contra esta práctica “la estamos ganando de forma diferente, pues la gente se ocupa y habla más de salud mental”.
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“La responsabilidad es de la sociedad en general; como ciudadanos y ciudadanas, tendríamos que estar respondiendo a esta problemática”.
Pero, “desde luego, la labor principal corresponde a las instituciones y al gobierno”, partiendo del hecho de que el suicida “en realidad no busca librarse de la vida, sino de la problemática que vive”, concluyó.
Según informes de la Fiscalía General del Estado, en 2024, un total de 349 personas se suicidaron en Coahuila, de las cuales 283 eran hombres. Del total de decesos, 121 tuvieron lugar en la Región Sureste del estado.
El suicidio se sitúa como el segundo factor de muerte por causas externas en Coahuila, que, al término del año anterior, se ubicó en quinto lugar en suicidios a nivel nacional, de acuerdo con el INEGI.