Coahuila, sexto estado con menor promedio de crecimiento económico en la última década: IMCO

Coahuila se ubica en la posición 27 de 32 en cuanto a crecimiento económico durante los últimos 10 años, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Valeria Moy, directora general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), expuso este martes en Saltillo que la entidad ha registrado un crecimiento promedio anual de apenas 0.54 por ciento.

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De esta forma, Coahuila solo se coloca por encima de Campeche (-3.84%), Tabasco (0.28%), Veracruz (0.33%), Chiapas (0.36%) y Guerrero (0.41%), considerando el periodo que va del primer trimestre de 2015 al primer trimestre de 2025.

Moy precisó que este cálculo ya contempla el impacto de la pandemia y destacó que el liderazgo lo ostentan Baja California Sur y Quintana Roo, gracias a la rápida recuperación que experimentaron tras la crisis sanitaria.

“Coahuila sí necesita mayor crecimiento económico. Aquí hay muchas cosas, y lo que aprendí ayer (lunes) es que existe una enorme diferencia entre las regiones del estado. Saltillo puede tener métricas extraordinarias, pero otras zonas no comparten esos resultados.

“A Coahuila le pasa un poco lo que a México: el promedio nacional de crecimiento es bajo porque hay entidades como Chiapas, Campeche u Oaxaca que lo arrastran. Lo mismo ocurre dentro de cada estado: existen muchos ‘Méxicos’ en su interior. Esa disparidad afecta el promedio y representa un reto, porque al final todos somos parte de un mismo país y un mismo estado.

“Estos datos deben servir no solo para explicar, sino para impulsar acciones que corrijan esas brechas”, subrayó Moy.

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El IMCO, a través de su Índice de Competitividad Estatal (ICE), ubicó además a Coahuila en el penúltimo lugar nacional en cuanto a tasa de crecimiento promedio del PIB en los últimos tres años.

DISTINTAS REALIDADES REGIONALES

En 2022, Altos Hornos de México (AHMSA) cerró sus operaciones en Monclova, provocando una crisis que aún persiste en la región Centro.

La acerera dejó de generar 17 mil empleos directos, y el impacto se extendió más allá del desempleo: empresas enteras trasladaron sus operaciones fuera de la zona.

En 2024, VANGUARDIA reportó que ex trabajadores que no migraron a otras ciudades enfrentan problemas de salud mental, adicciones e incluso han recurrido a actividades ilícitas por desesperación.

Otra región golpeada es la Carbonífera. Desde 2019, este medio informó que la producción de carbón cayó 44% y las ganancias 25% entre 2013 y 2017. La crisis se agudizó con la desaparición en 2016 de la Promotora para el Desarrollo Minero (Prodemi), encargada de comprar carbón para abastecer a las termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

En 2025, las diputadas locales Guadalupe Oyervides y Zulmma Guerrero advirtieron sobre las consecuencias del paro de un mes y medio en la planta Trinity Rail, líder en fabricación de carros de ferrocarril. Señalaron que la situación económica se recrudeció en las regiones Carbonífera y Centro, afectando a mil 200 familias golpeadas también por el cierre de AHMSA. Urgieron a diversificar la economía regional.

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En contraste, la Región Sureste ha mantenido un ritmo sostenido de inversiones en la industria automotriz, aunque inició 2025 con incertidumbre arancelaria.

En febrero, la consultora Market Analysis ubicó a Saltillo como la sexta ciudad con mayor demanda de espacios industriales en el país. Según SiiLA, la disponibilidad cerró 2024 con menos del 1%, y la capital coahuilense lidera en tasa de formalidad laboral a nivel nacional, de acuerdo con el INEGI.

‘AGOTÓ CAPACIDADES DE CRECIMIENTO’

El economista Antonio Serrano coincidió con Moy en que la desigualdad entre regiones influye en el bajo promedio estatal.

“Tenemos varias zonas que no crecen y no van a crecer. La forma metodológica de calcular el crecimiento pulveriza esas diferencias, porque de los 38 municipios, solo nueve generan una producción significativa”, explicó.

Añadió que la concentración de actividades productivas y la falta de diversificación son un riesgo. “Si le va mal a la industria automotriz, nos va mal a todos”, advirtió.

Serrano consideró que Coahuila ha “agotado sus capacidades de crecimiento”. Aunque en la última década se han recibido numerosas inversiones, estas se concentran en sectores que pagan bajos salarios.

“Paga muy poco. No nos da empleos de alto nivel y nos hemos enorgullecido de que la gente tiene trabajo, sí, pero son de muy bajo sueldo. El 84% de la población gana menos de 20 mil pesos al mes”, señaló el también académico de la Universidad Autónoma de Coahuila.

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A esto se suma el peso de la deuda estatal: en los últimos 20 años, 13 se han vivido con pasivos que cuestan 12 millones de pesos diarios.

El economista recordó también los recortes presupuestales del gobierno federal, que durante seis años consecutivos alcanzaron hasta el 20%.

Para revertir la tendencia, dijo, “lo primero es que el gobierno haga su trabajo y garantice la infraestructura necesaria”. Agregó que, aunque se generan empleos, no se está elevando la productividad ni contratando personal altamente capacitado.