Coahuila: ¿Ya no usas cubrebocas? El COVID-19 no se ha ido ni se irá; llegó para quedarse

Coahuila
/ 7 abril 2024

A cuatro años del inicio de la pandemia no debemos bajar la guardia, señalan expertas en el tema

Es imperativo abordar la realidad actual de la pandemia de COVID-19. Aunque la humanidad ha progresado y superado numerosos desafíos, no se debe dar el lujo de relajarse, ya que esta tendencia ha llevado a un momento incierto en la evolución de la pandemia... en Coahuila la situación no es diferente.

El COVID-19, causado por el virus Sars-CoV-2, presenta una variedad de síntomas. Mientras que la mayoría de los infectados experimentan síntomas respiratorios leves a moderados que se pueden tratar en casa, algunos, especialmente aquellos con condiciones médicas preexistentes como diabetes o hipertensión, pueden desarrollar síntomas graves que requieren hospitalización, con posibles consecuencias a largo plazo o incluso un desenlace fatal, según la Med. Esp. Lucía Viridiana Galindo Rios y Dra. en C. Clara Ibet Juárez Vázquez, Académicas de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).

TE PUEDE INTERESAR: Coahuila sufre estrés hídrico por la sequía

Desde su aparición en Wuhan, China, en 2019, el virus ha impactado a nivel global. En México, el primer caso se confirmó el 27 de febrero de 2020, y la OMS declaró la pandemia el 11 de marzo de 2020.

En Coahuila, el primer paciente con COVID-19 falleció el 27 de marzo de 2020 en Monclova; en la entidad han fallecido cerca de 10 mil personas a causa de esta enfermedad.

En 2020 la enfermedad llegó a ser la primera causa de muerte en Coahuila.

A medida que se ha aprendido más sobre el virus, se han implementado medidas preventivas eficaces. Estos esfuerzos condujeron a la declaración del fin de la pandemia el 5 de mayo de 2023. Sin embargo, la situación actual indica que la relajación en las medidas de higiene nos mantiene en una situación perpetua.

Tras el fin de la pandemia, muchos comenzaron a descuidar las precauciones sanitarias, creyendo que el virus ya no representaba una amenaza. Sin embargo, las cifras muestran lo contrario. Hasta el 11 de enero de 2024, México registró cerca de 200 mil casos activos confirmados de COVID-19 y una alta ocupación hospitalaria, con 10 hospitales a nivel nacional con una ocupación del 100 por ciento por pacientes con infecciones respiratorias.

Aunque las variantes circulantes son menos agresivas, la vacunación sigue siendo fundamental para limitar la propagación y reducir la gravedad de la enfermedad. Es crucial entender que la vacunación no solo protege al individuo vacunado, sino que también es una responsabilidad hacia la comunidad y la sociedad en general.

La Asociación Mexicana de Vacunología recomienda iniciar el esquema de vacunación desde los 6 meses de edad, completando dos dosis con un intervalo de 21 a 28 días. Para grupos vulnerables, como adultos mayores de 75 años, adultos de 60 años con comorbilidades y embarazadas, se recomienda una dosis de refuerzo 6 meses después del esquema completo.

El uso continuo de cubrebocas, el distanciamiento social, la higiene de manos y la vacunación completa son esenciales para frenar la propagación del virus. Debemos mantener estas medidas de prevención en mente, ya que el COVID-19 se ha convertido en una enfermedad endémica.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM