Con fe y devoción, así vivieron los saltillenses la pasión de Cristo en el viacrucis del Ojo de Agua

La cita era a las 15:00 horas, pero desde las 09:00 horas actores, personal del staff, elementos de seguridad y comerciantes se dieron cita.

Decenas de personas entraban y salían de la iglesia. Otras más se quedaban en los puestos para comer las tradicionales gorditas, burritos, hamburguesas y acompañarlas de aguas de frutas.

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Los que ya habían comido compraban fritos, papas preparadas o agua fresca y cuando no soportaban el intenso sol y los lugares con sombra estaban saturados, corrían a comprar lentes y sombreros para aminorar el calor, porque el sol no dio tregua.

Para las 15:00 horas, las calles aledañas a la iglesia del Ojo de Agua se encontraban cerradas para dar inicio a la escenificación.

En la cima de Saltillo, a unos 25 metros del Ojo de Agua donde se fundó esta ciudad, se montó el escenario donde se juzgó a Jesús. El intenso sol provocó la disminución de asistentes y que el resto tomara resguardo bajo los árboles.

Los adultos miraban con devoción y los niños con asombro. Al filo de las 15:50 horas se empezaron a escuchar los primeros latigazos de esta escenificación, la número 48.

Inició el calvario y con la cruz a cuesta, Mike Dávila, el actor que por segunda ocasión escenificó a Cristo, recorrió las calles que rodean la iglesia del Ojo de Agua en compañía de cientos de fieles católicos.

El recorrido de poco más de 1.5 kilómetros tuvo una duración total de 2 horas y 40 minutos, pues las 14 estaciones son el número de episodios en que se divide la Pasión de Cristo.

Las estaciones se desarrollaron desde la explanada de la iglesia, pasando por la calle Libertad, Hidalgo y privada Ojo de Agua, hasta llegar al icónico mirador de Saltillo, donde se realizó la crucifixión.

El viacrucis fue desarrollado sin contratiempo y con el resguardo de 50 elementos de seguridad del municipio y el estado. Así como la participación de 150 personas en el staff.

A partir de este momento, se da inicio a un periodo de luto. Cada iglesia realiza su procesión del silencio, donde se acompaña de manera simbólica a la Virgen María en el periodo de luto. No obstante, el sábado se realizan los eventos en espera de la resurrección, como la Vigilia Pascual.