Cuenta regresiva para AHMSA: estrategias y desafíos en la recta final
La acerera Altos Hornos de México (AHMSA) se encuentra en una situación crítica mientras se aproxima el final del sexenio. Con una deuda superior a los 2,000 millones de dólares y el destino de más de 8,000 trabajadores en juego, la problemática financiera de la empresa es cada vez más apremiante. Así lo expone el economista Alberto Aguilar en su columna “Nombres, nombres y nombres” de este martes.
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Aguilar detalla que, aunque el concurso mercantil avanza en el Juzgado Segundo de Distrito, el plazo legal para determinar la etapa de quiebra se cumple el próximo 4 de agosto. En este contexto, se deberá nombrar un síndico que se encargue de liquidar los activos de manera rentable. Esta etapa no significará la suspensión del concurso, sino simplemente una fase adicional, aunque quizás no tan expedita como se desearía.
El economista subraya que “solo el nombramiento del síndico tiene sus bemoles. Hay que empaquetar activos, dejar atrás litigios y no hay una reactivación operativa inmediata”. Esta complejidad añade presión a los actuales administradores, encabezados por Eugene Irving Davis, quienes continúan buscando inversionistas con el apoyo de Rothschild, asesorado por Daniel Nicolaievsky, y varias firmas legales.
El columnista enfatiza la necesidad de avanzar rápidamente con un plan de negocios sólido que permita la inyección inmediata de fondos. Según el columnista, existen conversaciones con al menos cuatro postores, aunque aún falta completar el “due diligence”. La expectativa es recibir ofertas en agosto y concretar un convenio en septiembre.
El equipo administrador de AHMSA está activamente buscando fuentes de liquidez en el marco del concurso dirigido por Ruth Huerta. En este largo proceso, se ha mencionado el interés de Villacero, liderado por Julio César Villarreal, además de varios vehículos financieros como Cargill y el fondo Argentem Creek Partners, apunta Aguilar.
Así, el destino de AHMSA pende de un hilo, con múltiples actores y posibles soluciones en juego.
La siderúrgica monclovense enfrenta un futuro incierto, y la resolución de su crisis financiera será crucial para el bienestar de miles de trabajadores y el sector industrial del país.