Declaran a Danza de los Matlachines Patrimonio Cultural Inmaterial de Coahuila
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Legisladores locales elevan estatus a expresión cultural y religiosa; Instituto de Cultura saltillense propondrá sea Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Por decreto del Congreso del Estado, La Danza de los Matlachines fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de Coahuila. Además, el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo propone que esta expresión sea reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En Coahuila hay 214 grupos y cuatro mil 024 danzantes de todas las edades. A esto se suman las personas que colaboran en este proceso en la elaboración de los trajes, la dinámica del baile. Dentro de las artes, la danza es la más frágil por su naturaleza efímera, en cambio constante.
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El Gobierno del Estado ha trabajado para conservar y difundir la riqueza de las tradiciones y cultura que ofrece el estado en esta expresión artística. Así, publicó el libro “Culturas populares de Coahuila; en el 2016 montó la exposición fotográfica “Matlachines de Coahuila. Tradición e identidad multiculturales”, y en el 2018 el Municipio de Saltillo lo declaró patrimonio cultural inmaterial de la ciudad.
La gran Matlachinada Estatal, realizada en el 2021, fue certificada como la danza en su tipo más grande del mundo por el Libro Récord Guinness, Saltillo declaró el 3 de mayo como el Día del Matlachín.
CON NOTABLE ARRAIGO
Esta Danza es una de las tradiciones más representativas del país, con especial arraigo en Coahuila. Llegó al sur de nuestra entidad durante el proceso de colonización, en particular, con la fundación del pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, poblado gemelo de la Villa de Santiago del Saltillo, en 1591.
De esta región se extendió al resto del estado, manteniéndose viva en muchos de los municipios, como Saltillo, Parras de la Fuente, San Pedro de las Colonias, Nava, Morelos, Múzquiz, Torreón, San Pedro de las Colonias, Ramos Arizpe, Arteaga y General Cepeda.
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Con un carácter guerrero de formaciones lineales, al ritmo del tambor y marcando el son con cada pisada, resaltan la multitud de penachos multicolores y los danzantes toman las calles profesando su fe, bailando con fervor.
PARTICULAR VESTIMENTA
La indumentaria es fundamental para la ceremonia, tiene que ver con el pasado prehispánico, con los guerreros aztecas, destaca el penacho con plumas de ganso y los huaraches con lámina para producir un sonido particular. Los accesorios se complementan con una sonaja, cuyo sonido es para demostrar que están en guerra, así como un arco como arma principal.
