Despiden en Saltillo al Obispo Francisco Villalobos entre flores, oración y recuerdos
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Saltillo, Coahuila.- El Obispo Emérito de Saltillo, Francisco Villalobos Padilla alcanzó la vida eterna también en la Tierra.
Su ministerio sacerdotal, enseñanzas, vocación infinita, humildad, generosidad, providencia, modelo de entrega, sencillez y cercanía a miles de saltillenses desde el 28 de octubre de 1975, cuando tomó posesión como obispo titular de la Diócesis de Saltillo, dejó huella entre los creyentes.
Arrodillados, en oración y con las manos levantadas hacia el cielo, cientos de feligreses atesoraron en su memoria aquel recuerdo donde el obispo marcó la señal de la cruz sobre su frente y con ello les dio esperanza.
Entre sus recuerdos está la ocasión en que dio una palabra de aliento y predicó la palabra de Dios en cada misa dominical, bendijo a sus hijos y los hijos de sus hijos.
El Obispo Emérito recorrió una vez más el pasillo de la Catedral de Santiago, esta vez en un féretro donde descansaba su cuerpo rodeando de coronas enviadas por sindicatos de trabajadores, colegios y parroquias que adornaron su muerte.
El eco de las campanas desató la huída de las palomas que reposaban en algún recoveco de la Catedral y dio inicio la primera de tres celebraciones litúrgicas para despedir y honrar en su muerte.
Tras la primera celebración, cientos de creyentes arribaron a la Catedral para despedir su cuerpo asegurando que “Dios lo tiene en su Santa Gloria”.
La fila de feligreses continúa hasta acercarse la hora de su despedida final, donde los creyentes unen sus manos, se persignaron frente al féretro, miraron su rostro por última vez, elevan una plegaria y llevaron flores al pie de la luz de los cirios que lo acordonan.
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A los lados se encuentran el báculo y sotana que siempre portó, dos fotografías cuelgan de los pendones y flores blancas rodean la imagen de Dios.
Un ejército de Diocesanos resguarda a los costados su cuerpo y controla el acceso a la Catedral y la música sacra ameniza las horas declaradas como santas durante su adiós.