El Ateneo, la Alameda, un parque... y a ti, ¿qué lugar de Saltillo te causa nostalgia?
COMPARTIR
Volver a esos lugares puede ofrecer un respiro, una reconexión con una parte de tu identidad que a veces parece lejana en la vida cotidiana
La nostalgia por un lugar de tu ciudad natal, en este caso Saltillo, puede surgir de la conexión profunda que tienes con tus recuerdos y experiencias en ese entorno. Cada rincón, cada calle y cada edificio puede tener historias asociadas que forman parte de quién eres.
Y es que por ejemplo, un parque donde solías jugar de niño puede recordarte la sensación de libertad y aventura que experimentabas entonces. El olor de una panadería puede llevarte de vuelta a las mañanas en las que comprabas pan fresco con tus padres.
TE PUEDE INTERESAR: ¡No, no es el Zapal! Bar Brujas anuncia festival en Saltillo con Porter, Camilo VII y muchos más
Estos lugares no son solo ubicaciones geográficas, son símbolos de momentos importantes en tu vida. A medida que creces y te mudas a otros lugares, esos recuerdos permanecen intactos, encapsulando una parte de tu pasado que ya no puedes recrear en el presente. Es como si esos lugares mantuvieran una versión de ti mismo que ha quedado atrás y visitarlos te permite reconectarte con esa versión.
La nostalgia también puede ser un anhelo por la simplicidad y la seguridad de tiempos pasados. La familiaridad de tu ciudad natal, donde conocías cada esquina y cada cara, contrasta con la incertidumbre y el cambio constante de la vida adulta. Volver a esos lugares puede ofrecer un respiro, una reconexión con una parte de tu identidad que a veces parece lejana en la vida cotidiana.
En un ejercicio de memoria colectiva, VANGUARDIA lanzó una pregunta que despertó la nostalgia en sus seguidores: “¿Qué lugar de tu ciudad te genera nostalgia y por qué?” Las respuestas, cargadas de emociones y añoranzas, revelan un Saltillo que existe en el corazón de sus habitantes, aunque haya cambiado con el tiempo. Esta iniciativa permite comprender cómo la modernización y las decisiones urbanísticas han transformado, a veces de manera irreversible, los espacios que alguna vez fueron el alma de la ciudad.
Aquí te presentamos algunas de las respuestas de nuestros seguidores, si quieres conocer el total, puedes visitar la encuesta en nuestra página de Facebook:
LA NOSTALGIA DE LO IRRECUPERABLE
José Cristán Siller expresa un dolor profundo por la transformación de Saltillo: “Porque apoco no ven cómo está la ciudad. La nostalgia de ayer es lo único que queda ya que en 16 años los gobiernos del PRI y PAN acabaron con nuestra hermosa ciudad”. Su reflexión es un lamento sobre cómo la política y la gestión urbana han impactado negativamente en la identidad de Saltillo.
Pablo Linares menciona con tristeza la calle de Victoria, una arteria importante de la ciudad que, debido a la falta de mantenimiento, ha perdido su esplendor: “Da lástima que no la arreglen”.
Acacia Estrada detalla una serie de lugares que ya no existen o han sido transformados: el Cine Palacio, que se convirtió en una zapatería; la Sociedad Mutualista Manuel Acuña, reemplazada por un estacionamiento; la casa roja de la Alameda, destruida por un incendio; y los locales en la calle Zaragoza, donde alguna vez florecieron librerías como “La Martínez” y “Zaragoza”. Su indignación se manifiesta en sus palabras cargadas de resentimiento: “Ojalá que el cáncer de su corrupción los carcoma completos hasta secarse”.
RECUERDOS DE INFANCIA
Laura Elena García y Study English 101 recuerdan con cariño la Alameda, un espacio que evoca imágenes de caminatas diarias y juegos infantiles. Laura Elena dice: “Pasaba todos los días. Vivía en Murguía y mi abue la amaba, caminaba todos los días ahí”. Por su parte, Study English 101 describe la Alameda como un lugar de felicidad: “Pasé muchas tardes de mi infancia jugando con mis amigos y disfrutando de la tranquilidad. Es un lugar lleno de recuerdos felices que siempre me transportan a tiempos más simples y alegres”.
Ana Elia Rodríguez evoca la Plaza de Armas con gran afecto: “Trabajé 10 años alrededor y me encantaba atravesar al Oxxo y escuchar al corazón de la ciudad”. La Plaza de Armas, como centro de actividad y reunión, sigue siendo un símbolo de comunidad para muchos.
César Oviedo recuerda con nostalgia el Estadio Madero: “Genera mucha nostalgia ver ganar siempre a mis Acereros a los Saraperos”. El estadio no solo es un lugar deportivo, sino también un escenario de victorias y momentos inolvidables.
ESPACIOS TRANSFORMADOS
Hugo Obregón y Nina Galván rememoran con cariño barrios específicos. Hugo menciona: “El barrio entre las calles Abasolo y Lallave al sur, cerca de la Iglesia del Perpetuo Socorro, ahí pasé parte de mi niñez y juventud”. Para Nina, la Alameda es un lugar especial por los juegos con sus hermanos: “Cuando jugaba con mis hermanos ahí”.
Ceci Díaz Durán y Rosita Fresita tienen un vínculo emocional con lugares específicos que ya no existen o han cambiado: “La casa de Vanguardia, ahí viví de niña”, dice Ceci. Rosita, por su parte, dice: “Toda la ciudad, me recuerda cuando salía a pasear con mi mamá”.
Elva Dávila evoca la Plaza de Armas y la Catedral: “Mi infancia, ir a misa y pasear por la Plaza de Armas en el paseo dominical”. La Plaza de Armas sigue siendo un símbolo de vida comunitaria y espiritualidad.
SE LAMENTAN MODERNIDAD
Vicky Moreno y Eduardo Mellado lamentan la transformación de áreas naturales y educativas. Vicky recuerda el Ojo de Agua: “Yo viví mi infancia ahí y adolescencia y me causa mucha nostalgia”. Eduardo menciona el Ateneo Fuente, un símbolo educativo de Saltillo.
Alberto Santana y Miriam Sánchez de González mencionan la Ciudad Deportiva y Camporredondo, respectivamente. Ambos lugares son recordados por momentos felices y significativos en sus vidas.
El testimonio de Luis Ricardo Mendoza y Isabel Puente revela cómo las calles y barrios de Saltillo, desde Pérez Treviño hasta Zaragoza, han sido testigos de sus vidas. Luis menciona el Ateneo Fuente, mientras que Isabel recuerda con detalle su barrio de infancia: “Esa zona de Pérez Treviño (antes V Carranza) desde Calle Arteaga hasta Calle Zaragoza, Calle Juárez hasta la catedral, pasar por sus plazas. Ese era mi barrio en la niñez, vivimos en Pérez Treviño entre Arteaga y Rayón, y esos eran mis límites. Fueron buenos tiempos compartidos con mis hermanos y padres, lindos recuerdos”.
TE PUEDE INTERESAR: Joven es víctima de un secuestro virtual en Saltillo; así puedes prevenir caer en este tipo de delitos
José Narva y Rosy Castro evocan lugares de encuentro social y religioso. José menciona la zona de tolerancia, mientras que Rosy recuerda con cariño varias iglesias y la residencia Águila de Oro: “Viví muchos años ahí”.
Édgar Valdés y Jesús De La Riva Capó recuerdan con afecto la casa de su abuela y el recreativo, respectivamente. Ambos lugares, aunque abandonados o cambiados, siguen siendo parte de su memoria.
Lulú González menciona el parque de béisbol Madero y la iglesia del Ojo de Agua, mientras que Marco Casillas Duarte recuerda con admiración el majestuoso Ateneo Fuente. Alexander Meijer y Reno Kings lamentan la falta de inversión y el cambio demográfico en la ciudad.
Von Lovos Katarzyna y Efrén Gámez debaten sobre la transformación de Saltillo. Von Lovos critica la sobrepoblación y gentrificación, mientras que Efrén defiende el sentido de pertenencia. César Oviedo, en contraste, argumenta que las ciudades no tienen dueño y que la libre residencia es un derecho constitucional.
Saltillo, una ciudad que ha cambiado drásticamente con el tiempo, sigue siendo un lugar de profunda nostalgia para sus habitantes.