El machismo está en las calles, ¿Saltillo tiene rostro masculino?

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¿Habías notado que ninguna vialidad principal de Saltillo lleva el nombre de alguna mujer? VMÁS hizo un recuento de algunas calles que homenajean a esas guerreras, y aunque son pocas, son un reflejo de fuerza y valentía
Las calles son una de las partes más importantes de las ciudades, a menudo me gusta pensar que son como el sistema nervioso del cuerpo humano que lo conecta todo. Sin embargo, este espacio público se nos ha negado a las mujeres, en Saltillo como en otras ciudades de México y el mundo, las calles que llevan nombres de mujeres son muy pocas y la mayoría de ellas se encuentran en colonias alejadas del corazón de la ciudad. ¿Habías notado que ninguna vialidad principal de Saltillo lleva el nombre de alguna mujer de la historia?
Sin duda, este hecho refleja que la mujer siempre ha sido relegada a un segundo plano a lo largo de los años, incluso habiendo tantas mujeres que participaron en eventos que cambiaron la historia de México como la Revolución y la Independencia.

En los últimos años, los colectivos feministas han buscado cambiar esta situación. Desde 2021, el Colectivo Lado B invitó a formar parte de la propuesta #LasCallesTambiénSonNuestras en todo México, el cual busca visibilizar a las mujeres “que más admiramos y a las que nos hacen falta”. Incluso, compartieron a través de redes sociales una lista con los nombres de algunas mujeres que han sido víctimas de desaparición o feminicidio, así como los materiales para renombrar las calles.
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Por su parte, VMÁS hizo un recuento de algunas calles que rinden homenaje a esas mujeres que han hecho historia, algunas nacidas aquí y otras de lugares muy lejanos, pero todas igual de importantes. Aquí te contamos sus historias.
Fortín de Carlota
Ubicada en el Barrio del Ojo de Agua, Fortín de Carlota es una de las pocas calles que lleva nombre de mujer, nombre que hace alusión a quien fuera emperatriz de México a mediados del siglo XIX, Carlota de Bélgica, esposa del emperador Maximiliano I. Según relata el historiador Carlos Recio en su libro ‘Espacios geográficos, urbanos, públicos y de tránsito de Saltillo. Siglos XVI al XX’ su nombre se debe a que en esta zona existió una construcción donde se almacenaban armas y municiones de los militares franceses durante la guerra de intervención francesa en México (1862-1867). Asimismo, un poco más al sur del Fortín de Carlota existía otra construcción que llevaba el nombre de su esposo, denominado de igual manera Fortín de Maximiliano.

Hija del rey Leopoldo I de Bélgica y de la princesa Luisa María Orleans, Carlota fue educada para gobernar, por ello cuando contrajo nupcias con el archiduque austriaco Maximiliano de Habsburgo, quien, si bien era hijo de un rey, él nunca llegaría a serlo, ese lugar ya lo ocupaba su hermano mayor José I de Austria. Por lo que, aceptó junto a Carlota venir a México para convertirse en emperador, una decisión que a Carlota le agradó demasiado, una mujer como ella debía ser emperatriz. Y vaya que lo era, según la investigadora alemana Susanne Igler, Carlota tenía instinto de mando y ante las ausencias de su marido de la capital del país ella no tardó en tomar las riendas del poder, algo que causo muchos disgustos entre la clase política mexicana, debido a la cultura machista del país.
Sin embargo, la suerte de la que fuera la última emperatriz de México fue desastrosa, después de la muerte de su esposo, regresó a Europa abatida y desolada, razón que la haría recluirse en el Vaticano. La historia aún asegura que se volvió loca, ¿loca? suena igual que un insulto que aún escuchan las mujeres.
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Leona Vicario
Leona Vicario fue uno de los personajes más destacados de la Independencia de México, junto con su esposo Andrés Quintana Roo ayudó a los insurgentes, tanto económicamente, así como informante a través de una sociedad secreta de la que formaba parte. Vicario fue una mujer que rompió los esquemas de su época, nació en una familia criolla muy adinerada, sin embargo, no le importó financiar con su fortuna la guerra y además poner en riesgo su vida trabajando como espía.

Hija de un comerciante español, Leona Vicario tuvo acceso a lo que muchas mujeres no tuvieron, una buena educación. Más allá de aprender catecismo católico y a leer y escribir, tuvo la suerte de que su padre le permitiera entrar a la biblioteca de la familia, leer todo tipo de libros y aprender idiomas, algo que no era usual en la época, incluso para las mujeres de clase alta.
A pesar de que nunca estuvo en Saltillo, la ciudad, que en ese momento era la Villa de Santiago de Saltillo cambió su nombre a Leona Vicario en 1827, sin embargo, este solo duró siete años. Ahora una calle lleva su nombre, esta se encuentra en la zona centro de la ciudad y pasa frente al edificio del Archivo Municipal de Saltillo.
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De la Malinche
Ubicada en la colonia Patria Nueva, en uno de los extremos de la ciudad. De la Malinche hace referencia a Malintzin, una mujer indígena náhuatl, quien es recordada y definida como una traidora. Su nombre es sinónimo de traición, tal es el punto que su nombre dio pie a la palabra ‘malinchista’, la cual tiene un significado de rechazo a lo nacional y apego a lo extranjero.

Malintzin, era hija de un cacique local que falleció cuando ella era una niña, su madre contrajo matrimonio de nuevo con un jefe indígena local, con quien tuvo un hijo. Esta situación representaba un problema, ya que quién sería el heredero del cacicazgo se debatía entre Malintzin [aún una niña] y su medio hermano, por lo que su madre y su padrastro la regalaron a unos indios y dijeron que había muerto. Así Malintzin fue vendida como esclava por los indios que la ‘adoptaron’ y cayó en manos de un cacique de Tabasco. El cual, la regalaría a Hernán Cortés, del que fungió como traductora debido a que sabia hablar muchas de las lenguas originarias.
Sin embargo, La Malinche es considerada la culpable de la caída del Imperio Azteca a manos de los españoles, su amorío con Cortés y sus traducciones al parecer hicieron la diferencia- dicen- y lograron hacer caer el Imperio Azteca, no el poder militar de los españoles. Algo que resulta inconcebible, la sola idea de atribuirle esto a una mujer es una idea muy machista y misógina y quien lo crea no tiene idea de la complejidad de la historia.
Carmen Aguirre de Fuentes
Corre justo a un lado del Teatro de la Ciudad, desde la Plaza del Congreso hasta la Presidencia Municipal. Rinde homenaje a Carmen Aguirre de Fuentes (1903-1993) fue poeta, actriz y directora teatral, así como maestra de este arte y bajo su tutela se crió el talento de otros importantes creadores de la escena, como Jesús Valdés, Lupina Soto y Eduardo Arizpe, quienes continuaron su legado hasta el siglo XXI.

Sor Juana Inés de la Cruz
La poeta novohispana, cuya huella en la literatura no solo traspasa épocas, pues desde la época de la Colonia nos legó una gran obra, sino también fronteras, pues su influencia abarca a todo el mundo, es reconocida con una calle en la colonia La Madrid, al sur de la ciudad.
Las Adelitas
Durante la Revolución Mexicana, madres, hijas y esposas abandonaron su rol limitado a la esfera doméstica y no se quedaron de brazos cruzados ni esperaron el regreso de los hombres. Cuidaron de los heridos, fungieron como espías, abastecieron de alimento a los campamentos y alzaron valientemente tanto sus armas de fuego como intelectuales contra la injusticia social.

Las Adelitas también conocidas como soldaderas, desarrollaron un papel muy importante en la lucha por los derechos de los campesinos, por ello, una de las calles de Saltillo lleva su nombre, para homenajear a esas guerreras.
Carmen Salinas
La actriz de teatro, cine, televisión y también productora de “Aventurera”, nació en Torreón en 1939 y su infancia fue humilde, pero gracias a su carisma y su empatía para con sus compañeros y seguidores, se convirtió en una de las artistas más queridas del público mexicano.

Desde hace más de una década, en Saltillo, hay una calle que lleva el nombre de la actriz y se ubica en la zona metropolitana de la capital. Fue en 2005, bajo la administración de Humberto Moreira Valdés, cuando esta nomenclatura fue instaurada junto con la inauguración del espacio verde denominado como “El Bosque Urbano”. En Torreón también hay una calle que lleva su nombre desde hace más de 40 años.
María Mazzarello
María Dominga Mazzarello, mejor conocida como Madre Mazzarello, fue una religiosa italiana con la cual Don Bosco fundó el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, conocidas también como salesianas. Madre Mazzarello, como es más conocida dentro del mundo salesiano, fue su primera Superiora General y su gran sencillez y vida consagrada a la formación de la versión femenina del sistema preventivo de Don Bosco, le abrieron las puertas a la santidad, reconocida por la Iglesia católica en 1951.

María Trinidad Sánchez
Muchos son los nombres de hombres asociados a la Independencia de la República Dominicana. Sin embargo, poco ha trascendido el papel que jugó María Trinidad Sánchez en alcanzar la soberanía del país caribeño, por el que incluso dio la vida. María confeccionó con sus manos la primera bandera nacional de la isla, era considerada una mujer culta, defensora de las causas justas y profundamente religiosa.
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Y aunque esta calle en Saltillo se encuentra a miles de kilómetros de su patria, es reconocida por ser una luchadora que resguardó y protegió a muchos perseguidos, pero, sin duda, uno de los hechos que la consagraron como una heroína, es haber muerto antes de confesar y delatar al grupo de patriotas que buscaban la libertad de su pueblo, entre los que se encontraba su sobrino.