Prácticamente desde su fundación, Saltillo ha sido punto de encuentro de nacionalidades, culturas, costumbres y tradiciones. A 447 años de su fundación, la capital coahuilense se sigue enriqueciendo con la llegada de personas que no nacieron en esta bella ciudad.
Aquellos que nacieron en otras ciudades de México e incluso en otros países llegaron por distintas razones e historias a Saltillo y con la posibilidad de radicar en alguna otra, decidieron quedarse.
La tranquilidad, la comunidad con los vecinos, la oportunidad de empleo, el clima fresco y la posibilidad de construir lazos familiares y de amistad, son aspectos en los que han coincidido distintas personalidades entrevistadas por VANGUARDIA.
Aquí convergen personas de Veracruz, San Luis Potosí, Monclova, Corea del Sur, India, China, Japón, Estados Unidos, Ciudad de México, Monterrey, Torreón, Países Bajos, Argentina y Cuba entre otros muchos mundos que caben, conviven y permanecerán en el mundo saltillense.
ALEJANDRO MENDOZA: ‘YO CREO QUE SALTILLO ES UN ENCANTO’
Es consultor. Se dedica al desarrollo de líderes en toda América Latina. Venezolano de nacimiento y mexicano por elección. Desde hace 15 años vive en Saltillo. Desde el primer día que pisó territorio mexicano ha vivido en Saltillo. Asegura que, después de 15 años sigue enamorado de la ciudad. Aquí nació su segunda hija, porque “lo que está hecho en México está bien hecho”.
¿Qué te trajo a Saltillo?
El trabajo. Precisamente esa fue la razón por la que me mudé a México, para continuar trabajando con el desarrollo del liderazgo desde aquí hacia toda América Latina.
He trabajado con un autor de liderazgo muy conocido en el mundo desde hace ya casi 20 años, el doctor John C. Maxwell. Es el escritor de títulos de liderazgo más influyente del mundo. Ha escrito más de 100 libros acerca del tema y vendido más de 40 millones de copias. Y tengo el honor de participar en sus iniciativas desde hace casi 20 años en varios países de América Latina.
Entonces, luego de que el presidente de la organización en español, Juan Beriken, me extendiera una invitación a continuar trabajando ahora desde México, me mudé entonces. Y así nos instalamos hace 15 años.
¿Por qué en Saltillo? porque la operación de la organización ha estado siempre aquí. Ni siquiera conocíamos Saltillo.
Tú sabes, desde afuera, las ciudades que se escuchan de México típicamente son obviamente la ciudad de México, Guadalajara, por los mariachis, y quizá Monterrey, además de Cancún. Pero no tenía idea de dónde estaba Saltillo, cómo era Saltillo. Así que hicimos un viaje exploratorio en 2009, mi esposa Eliana y yo, para conocer este lindo desierto. Y aquí nos quedamos una vez.
¿Qué te hizo quedarte en Saltillo?
Te decía que me enamoré de la ciudad. Yo creo que en Saltillo es un encanto. Como decía “Catón” en aquella campaña que hizo de Saltillo: “París puede ser glamorosa, pero Saltillo es otra cosa”. Entonces nos quedamos aquí por eso. Muchos nos decían por qué no se mudaron a Monterrey o a una ciudad más grande que esté cerca, pero la verdad es que nos encantó Saltillo. Es una ciudad extraordinaria para criar hijos, es una ciudad muy segura, es una ciudad que tiene un encanto particular y honestamente, la gente es digna de ser abrazada, porque te abraza muy bien.
¿Qué es lo que más te gusta de Saltillo?
Como vengo de Sudamérica, me encanta el vino, entonces me encantan los viñedos. El primer viñedo que conocí fue en Parras de la Fuente, pero ya luego empezaron a proliferar otros viñedos mucho más cerca y lo disfrutamos muchísimo. Entonces me encanta el buen vino. Eso nos hizo quedarnos por una parte.
Por otra parte, la tranquilidad de la ciudad. Repito, es una ciudad muy fácil, cómoda para moverte, aunque el tráfico ha crecido, es sumamente sencillo de movilizarte de un lugar a otro. Eso nos gusta especialmente porque somos padres de hijos adolescentes y criar hijos en esta ciudad es una chulada.
MIKI ICHIHASHI: ‘FUE LA MEJOR OPCIÓN PARA VIVIR’
Originaria de Japón, llegó hace 13 años a Saltillo. Actualmente se desempeña como maestra de inglés, mandarín en el Institute Oxford, frente a la Universidad Americana del Noreste.
¿Qué te trajo a Saltillo?
El trabajo. Fue la mejor opción para vivir cuando me casé con mi esposo mexicano. Por su ubicación está muy cerca de todo y tiene menos contaminación, y menos tráfico.
¿Qué te hizo quedarte en Saltillo?
La oportunidad de mi trabajo y la educación de mis hijos. Además, la seguridad que tiene Saltillo y los amigos de la iglesia, el trabajo y los vecinos que siempre nos apoyan.
¿Qué es lo que más te gusta de Saltillo?
Que es muy agradable y la ruta de los domingos porque me gusta correr. Bueno también la comida en Saltillo. Los tacos, barbacoa, menudos y demás. Y hacer carne asada los domingos.
JULIÁN HERBERT: ‘LO QUE MÁS ME GUSTA SON MIS AMIGOS’
Nació en Acapulco, Guerrero en 1971. Es un conocido escritor, poeta, novelista, ensayista y músico. Además de ser profesor y promotor cultural.
¿Qué te trajo a Saltillo?
Yo ya estaba en Coahuila, venía de Monclova y pues era más ciudad que Monclova y en algunos sentidos era una ciudad más bonita. Había más opciones de cosas, un mejor clima. Pero la verdad, la verdad es que lo que me trajo así de primera instancia fue una chica. Una chica que sigue viviendo aquí, creo que se llama Guadalupe.
Fue la primera novia que tuve saltillense y yo estaba en Monclova y la conocí en unas vacaciones de diciembre. Me enamoré y dije me voy a ir a Saltillo y la verdad es que ya de novios duramos muy poquito, pero yo con la ciudad pues ya me quedé, y me casé.
¿Qué te hizo quedarte en Saltillo?
Puedo ver lo que significa trabajar desde aquí, aunque la mayor parte de mi trabajo está fuera y todo el tiempo estoy en posibilidad de si irme o no por cuestiones laborales. Hasta ahora he podido evitar irme de lleno y a mí me gusta vivir aquí.
¿Qué es lo que más te gusta de Saltillo?
Lo que más me gusta de Saltillo es el centro, eso es para mí básico, tiene que ver con la arquitectura tiene que ver con ciertos espacios, ciertas tradiciones que se que se conservan.
Lo que más me gusta son mis amigos. He podido construir vínculos muy profundos. Lo que más me gusta es la gente con la que trabajo que me hace sentir como un creador local y para mí esa sensación de ser un creador local es muy importante. Ahora me gustaría decir junto a eso qué es lo que menos me gusta y lo que menos me gusta de sentir son los automovilistas.
Pienso que tenemos desafortunadamente una de las ciudades con los peores automovilistas de México.
DONA WISEMAN: ‘SALTILLO ME HA ACOGIDO COMO UNA PERSONA IMPORTANTE’
La estadounidense Dona Wiseman nació en Detroit, Michigan. Llegó a Saltillo hace 50 años. Ella se asume como saltillense.
Se desempeña como psicoterapeuta, escritora y promotora cultural. “Soy muchas cosas, soy una persona o una mujer que me he dedicado a aprender sobre la vida”.
¿Qué te trajo a Saltillo?
Llegué a Saltillo hace muchos años, a los 17 años. Al terminar la preparatoria en el Ateneo Fuente, como intercambio.
(Quedarme ) No fue algo que yo planeé, sino algo que me pidieron que hiciera. Mi maestro de español manipuló las cosas para que yo terminara aquí, él quería que yo viniera y pues bueno, yo no quería venir, pero aquí sigo después de 50 años. Yo creo que fue un buen paso.
¿Qué te hizo quedarte en Saltillo?
Cuando yo estaba aquí de intercambio, yo conocí a una persona, a un hombre y regresé porque nos hicimos novios.
Después nos casamos. Me casé muy joven, a los 20 años, y tengo 4 hijos. Después pues me divorcié e hice otro tipo de vida y etcétera, pero realmente lo que me hizo regresar fue el amor.
Cuando me divorcié, mi mamá incluso tenía esta expectativa de que yo regresara a su casa con todos los hijos, pero yo ya tenía casa, tenía trabajo, tenía un negocio, tenía planes, yo tenía una vida aquí.
¿Qué es lo que más te gusta de Saltillo?
Me gusta Saltillo, me gusta la opción de cambio. Saltillo ha cambiado mucho en estos 50 años, se los puedo decir yo porque lo he visto muy claramente. Saltillo ha cambiado mucho y creo que hay mucha flexibilidad en ese asunto.
Me ha brindado una vida muy rica, muy satisfactoria, pues con bastante trabajo, bastante abundancia. Tal vez lo que me ha gustado es que Saltillo es que me ha acogido como saltillense, como una persona importante aquí y eso me agrada muchísimo justamente por esa parte.
GABRIELA GARCÍA DERAS: ‘SALTILLO ES UNA CIUDAD MUY TRANQUILA, MUY PACÍFICA’
Es originaria de la Ciudad de México. Desde hace 17 años vive en Saltillo. Es docente en la Universidad de Carolina y coordinadora de Proyectos ambientales.
¿Qué te trajo a Saltillo?
Llegué a Saltillo hace casi 17 años, en noviembre de 2007, desde Ciudad de México, de donde soy originaria.
Llegué a Saltillo por oportunidad de trabajo. Estaba acabando la maestría cuando llegué recién casada casi con una niña, y bueno, la oportunidad de trabajo acá en Saltillo fue lo que nos trajo como familia para acá y desde entonces pues nos quedamos a vivir aquí.
¿Qué te hizo quedarte en Saltillo?
Algo que me ha hecho quedarme en Saltillo es la tranquilidad de la ciudad. Yo sé que a lo mejor muchos dicen que es complicada por el tráfico, pero la verdad es que es una ciudad muy segura, muy pacífica, y que realmente se disfruta aún de la tranquilidad.
Eso es lo que también nos ha mantenido aquí, ese estilo de vida de no estar preocupado por cuidarte hasta de tu sombra, que tienes amistad con tus vecinos, incluso los conoces, el hecho de que puedes ir y venir, la ciudad está aún con buena calidad de aire dentro de todos, a diferencia de México, de Monterrey. La verdad aquí se vive bastante bien.
¿Qué es lo que más te gusta de Saltillo?
Me gustan mucho las personas. He tenido contacto con muchas personas que se han vuelto más que mis amigos, mi familia. Mis hijos han crecido aquí, entonces me gusta mucho la verdad.
También cómo ellos han ido disfrutando y haciendo suya en la ciudad y pues tienen sitios muy bonitos como los museos que en particular me gustan mucho, todo lo que tienen que ver con la ciencia y naturaleza.
Originaria de la Ciudad de México llegó hace 30 años a la ciudad. Vino porque el papá de sus hijos buscaba oportunidades de trabajo mejores. Aquí se quedó.
¿Qué te trajo a Saltillo?
Porque el padre de mis hijos buscaba trabajo. Aquí encontré mejores oportunidades.
¿Qué te hizo quedarte en Saltillo?
Me quedé porque vi tranquilidad, me gustaba mucho que mis hijos tuvieran escuelas públicas muy bonitas como la Miguel Lopez.
¿Qué es lo que más te gusta de Saltillo?
El Centro me llenaba de emociones diversas. Me gustan sus artistas , el Centro Histórico y sus edificios, sus iglesias, su gente buena, los dulces de leche, el buen vino, el corte chingón, esta pita árabe convertida en tortillas de harina, sus atardeceres, comerme un caldo de res en el mercado y escuchar el fara fara de la Acuña. Su Alameda y esta virtud de vernos cada mañana y reconocernos. Me encanta.
FRANCESCO GERVASI: ‘CREO QUE SALTILLO TIENE UNO DE LOS CENTROS HISTÓRICOS MÁS BONITOS’
Francesco Gervasi nació en Italia, es profesor de tiempo completo de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila.
¿Qué te trajo a Saltillo?
En Italia había terminado el postdoctorado y desafortunadamente allá no hay mucha posibilidad ya desde hace muchos años de quedarse a trabajar en una Universidad de tiempo completo. Mi esposa que es de la Ciudad de México me sugirió que fuéramos a México, luego salió una convocatoria en la UAdeC donde buscaban un profesor que tuviera una formación en sociología, participé, al concurso a la convocatoria me hicieron una entrevista y pues me contrataron afortunadamente.
¿Qué te hizo quedarte en Saltillo?
El trabajo me hizo quedarme, me sentí muy a gusto con los colegas pude lograr mucho desde el punto de vista profesional, pero no es solo, llegué a una ciudad en la cual me he sentido muy bien desde el primer día que llegamos.
¿Qué es lo que más te gusta de Saltillo?
Contestar esa pregunta no es fácil porque hay tantas cosas que me gustan de Saltillo empezando por su gente. Muchos dicen que es muy cerrada, pero yo he tenido una experiencia un poco diferente, pues la mayoría de las veces no sé si he tenido suerte, pero me han tocado personas muy amables.
Recuerdo cuando recién llegué con mi esposa, que pedíamos una dirección y la gente casi te acompañaba. La ciudad me encanta, es una ciudad no demasiado grande y yo estoy acostumbrado a ciudades chiquitas, porque la ciudad en donde vivía en Italia es una ciudad muy chiquita y creo que es lo ideal.
Además me encanta la comida, las gorditas que son deliciosas y la discada. He tenido la suerte de poder visitar otros centros históricos de otras ciudades en México y creo realmente que Saltillo tiene uno de los más bonitos.
ARTURO GONZÁLEZ: ‘ME SIENTO SALTILLENSE DESDE MI NACIMIENTO’
Nació en la Ciudad de México, pero vive en Saltillo desde que tenía 15 días de nacido. Es biólogo y desde hace 8 años es director del Museo del Desierto. Impulsa proyectos de rescate de la fauna silvestre.
¿Qué te trajo a Saltillo?
Mi papá estudió leyes en la Universidad Autónoma Nacional Autónoma de México en la Ciudad de México y allá conoció a mi mamá, y mi mamá era de la Ciudad de México pero su abuela y sus ancestros eran de Monterrey. Los Garza Galindo.
Yo nací en la Ciudad de México porque allá estaba la mamá de mi mamá que era la que quería estar ahí criando y cuidando que no pasara nada.
Entonces yo nací en la Ciudad de México por un evento que tuvo que ver más que nada porque mi mamá estuviera con su mamá y estuviera en el hospital allá en la Ciudad de México.
¿Qué te hizo quedarte en Saltillo?
Llegué aquí a los 15 días de nacido. Entonces crecí como saltillense y me siento saltillense desde mi nacimiento, aunque la mitad de mi familia vive en la Ciudad de México.
¿Qué es lo que más te gusta de Saltillo?
Desde muy pequeño tuve la oportunidad de salir al campo primero como cacería con la compañía de mi papá y luego como biólogo o como arqueólogo, entonces me enamoró este paisaje, esas montañas, ese desierto, esos bosques, esos manantiales. Todo eso hizo que me interesara mucho estudiar qué es lo que estaba pasando ahí o qué lo provocó.
Me formé como arqueólogo, como paleontólogo y como biólogo, y me fascinó realmente el desierto.