En planeación, 50 nuevas presas de gaviones entre Saltillo y Arteaga
La construcción de 50 nuevas presas de gaviones en las faldas de la Sierra de Zapalinamé están en proceso de planeación, de acuerdo con Enrique Salazar Rodríguez, asesor de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS).
Salazar detalló que el objetivo es instalarlas entre la colonia Mirasierra y el campus Arteaga de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).
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Estas presas son parte de la segunda etapa de las 76 ya construidas en 2013 y que actualmente sirven para contener el agua que se acumula por las lluvias en los distintos arroyos de la capital coahuilense.
“La intención es instalarlas en todos los arroyitos que son cuenca del arroyo Blanco, que es un arroyo muy caudaloso que pasa por Santa Cristina y por estas colonias de aquí. Se trata también de buscar la manera de retener el agua en lo que es la falda de la Sierra Zapalinamé”, expresó Salazar.
Agregó que es un proyecto que tiene el material muy a la mano pues las presas se construyen con “piedra de pepena”, por lo que sería necesario llevar personal y maquinaria para hacer las retenciones, llevar jaulas y armar los gaviones.
AZOLVE DE PRESAS PERMITE INFILTRACIÓN
Salazar explicó que las presas de gaviones son una especie de cubos de piedra con estructuras de malla de jaula que se armaron con piedra al interior.
Se hacen en forma trapezoidal para que aguanten el empuje del agua y la concentran para lograr que sean como una especie de rompepicos.
“Viene el agua fluyendo por el arroyo, llega a ese punto, se embalsa el enramaje, los objetos, tierra, piedras, todo queda medio atrapado y el agua se sostiene un poquito y logramos que algo infiltre, porque es una roca caliza en la que se logra buscar que de alguna manera infiltre hacia el subsuelo”, mencionó.
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En ese sentido detalló que las actuales 76 presas que se encuentran en Saltillo están en buenas condiciones y no están tan azolvadas a pesar de que ya han pasado más de 10 años desde su construcción.
“Con el paso del tiempo se empiezan a azolvar y eso da garantía que empiece a tener cierta humedad y que empieza a generarse algo de flora y todo lo que pueda por generarse en esos puntos de las presitas”, mencionó.
En ese sentido, sostuvo que ante el degradado que se ha hecho de la Sierra, ya no hay muchos arbustos que detengan el paso del agua, por lo que es importante el azolve que puedan generar las presas de gaviones.
Explicó que al estar nuevas, las presas permiten el paso del agua muy rápido pues se trata solo de jaulas de malla con piedras, sin embargo, conforme pasa el tiempo se empiezan a azolvar.
“Empiezan a obstruirse entonces hace que el agua ya no se filtre sino que se retenga y a veces hasta desborda por la parte de arriba. Eso está calculado para que de alguna manera sirva de retención de retención y de infiltración. No hay problema si se desbordan por la parte de arriba, es la función que hace en base a la intensidad de la lluvia”, detalló Salazar.
‘TODOS DEBEMOS CONTRIBUIR’
Para el “proyecto que ya se tiene” de las nuevas presas, el experto mencionó que “todos debemos contribuir” pues aunque las obras pluviales son costosas, se utilizan solo una o dos veces al año y están ocultas, se necesitan cuando “viene el agua”.
“Aquí lo que se trata es de ser una sinergia entre gobierno del estado, gobierno municipal y los mismos propietarios de las áreas, que son bastantes, a buscar la manera de cómo prevenir. Siempre urbanizamos primero todos los fraccionamientos y luego andamos metiendo obras pluviales, o sea, siempre andamos atrás del problema”, señaló Salazar Rodríguez.
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En ese sentido, instó a realizar una buena planeación para que las obras pluviales se realicen antes de instalar viviendas o industrias y no ponerle obstáculos a la naturaleza.
Detalló que en 2013 se invirtieron 32 millones de pesos y se construyeron 74 presas, aunque habría que actualizar costos para las 50 que se tienen en planeación, aunque la principal inversión se haría en mano de obra.
