En Saltillo, pocos niños salen a pedir su ‘halloween’

Entre un olor a pan de muerto y papel picado colgando de los techos, los disfraces desfilaron sin descanso
En una mezcla de culturas, decenas de niños y adultos aprovecharon la vuelta dominical para pedir dulces de Halloween, en los alrededores del mega altar instalado en el barrio de Santa Anita, en el Centro Histórico de Saltillo.
Pese a que la serie El Juego del Calamar anunciaba que en este Halloween habría miles de máscaras y disfraces a su referencia, en este Halloween los niños de Saltillo optaron por los disfraces tradicionales.
Bomberos, vaqueros del viejo oeste, diablitos y hasta un Buzz Lightyear se acercaron a las casas de las escalinatas del altar a pedir “¡Hallowen!”, para recibir dulces.
Entre un olor a pan de muerto y papel picado colgando de los techos, los disfraces desfilaron sin descanso.
HUBO POCA AFLUENCIA
Aunque no hubo una gran afluencia como en años anteriores, las calles del Centro Histórico recibieron a los niños, quienes también se aproximaron a los negocios para que depositaran un caramelo en sus calaveritas.
En los alrededores de la ciudad y específicamente en las colonias del oriente que concentran una alta población, tampoco hubo demasiada presencia de niños que pedían en casas o comercios “dulce o travesura”, la fecha creada en Estados Unidos como el la Noche de Brujas.