Estados Unidos ya había advertido que mantendría abierta la frontera solo si se demostraba que era seguro hacerlo

Previo a la reapertura escalonada de la frontera para exportar ganado mexicano a la Unión Americana, proceso que inició el pasado lunes, la titular del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Leslie Rollins Kerwin, anunció que su administración seguirá manteniendo su postura de “mayor vigilancia”.

A través de un comunicado fechado el 30 de junio en Washington, la funcionaria advirtió lo siguiente respecto del combate al gusano barrenador de ganado (GBG): “No descansaremos hasta asegurarnos de que esta devastadora plaga no afecte a los ganaderos estadounidenses”.

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Al referirse a la reapertura de los puertos sureños de Estados Unidos para que los productores mexicanos continuasen con la exportación de becerros, informó que esta medida se decidió después de que expertos del APHIS (Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal) “evaluaron la respuesta mexicana al gusano barrenador del Nuevo Mundo y encontraron que el comercio podía comenzar”.

La primera fase del reinicio de la introducción de ganado a la Unión Americana había tenido lugar el lunes 7 de julio en el puerto fronterizo entre Agua Prieta, Sonora, y Douglas, Arizona, pero “en función del riesgo para el ganado, los bisontes y los equinos de México...”.

Esto, luego de “una amplia colaboración entre expertos de Inspección de APHIS, USDA y sus homólogos en México para aumentar los esfuerzos de vigilancia, detección y erradicación del GBG”, indicó la secretaria.

Añadió que el puerto de Douglas, Arizona, “presenta el menor riesgo”, gracias a la geografía de Sonora y a la larga trayectoria de colaboración “eficaz” entre APHIS y Sonora en materia de sanidad animal.

Asimismo, aclaró: “USDA tiene la intención de reabrir puertos adicionales en Nuevo México y, si se demuestra que es seguro hacerlo, también se reabrirán en Texas en las próximas semanas”.

Recalcó que la reapertura de “puertos adicionales” se basará en la reevaluación continua por parte de APHIS del número de casos y el posible desplazamiento de la plaga hacia el norte.

Para ello también se considerarían “los esfuerzos de México para frenar el movimiento ilegal de animales y la implementación de protocolos rigurosos de inspección y tratamiento”.

“Después de cada reapertura, USDA evaluará para garantizar que no surjan efectos adversos”, asentó claramente Rollins Kerwin en el comunicado oficial.

“Si bien México ha logrado —recalcó— avances significativos en el control y la vigilancia del movimiento animal, los avances adicionales ayudarán a asegurar la reapertura de los puertos estadounidenses restantes”.

“Un control mejorado del movimiento animal para frenar el movimiento ilegal de animales desde el sur, junto con una vigilancia robusta y medidas de mitigación de riesgos del gusano barrenador del ganado (NWS), más allá de los puntos de control, serán cruciales para combatir la plaga”.

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Agregó: “Los equipos técnicos del APHIS continúan colaborando con el SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) para mejorar la postura general de la plaga (NWS) en México e implementar las medidas rigurosas necesarias para mantener esta plaga alejada de nuestra frontera”.

Para garantizar que se permita el movimiento de animales a través de la frontera de forma segura, solo se podrá importar ganado vacuno y bisonte nacido y criado en Sonora o Chihuahua, o que reciba un trato conforme al protocolo del Servicio Nacional de Ganadería y Bisonte al ingresar a estos estados.

También confirmó que, “además, la reapertura de los puertos de Del Río (18 de agosto) y el Puente Colombia (15 de septiembre) dependerá de que Coahuila y Nuevo León adopten los mismos protocolos del NWS para ganado vacuno y bisonte que los que se exigen actualmente en Sonora y Chihuahua para el ingreso de ganado vacuno o bisonte a esos estados”.