Fallece doña Agustina, abuelita saltillense que coleccionó más de 4 mil jarritos en su cocina

Doña Agustina, poseedora de la mayor colección de jarritos y ollas de juguete en Coahuila, falleció este 29 de noviembre a los 89 años de edad. Ella no tenía paredes llenas de jarritos, tenía cuatro paredes llenas de amor y buenos deseos en su cocina

Coahuila
/ 30 noviembre 2023
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La mujer que logró reunir más de 4 mil jarritos y ollitas falleció este miércoles 29 de noviembre a los 89 años. Doña Agustina era reconocida en el ejido de Derramadero, al sur de Saltillo, por su gran hospitalidad.

Solía llevar a sus invitados hasta la cocina para tomar café o comer, lo que hacía inevitable perderse entre los cientos de jarritos que tenía, y con ello nacía la motivación para volver con uno más y acrecentar la colección.

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Por la cocina de doña Agustina pasaron cientos de personas. Desde hijos, nietos, bisnietos, hasta los maestros y médicos asignados para trabajar en el ejido. A todos los recibía con su clásico café de olla.

El pasado mes de septiembre, VANGUARDIA publicó un reportaje sobre la inusual colección de doña Agustina y con ello, parte de su vida.

Nos contó que cuando su mamá falleció, cuando ella tenía 6 años de edad, una semana después su hermana mayor, de 14 años, se fue con el novio y Agustina asumió las labores de una madre con el resto de sus hermanos. Los siete restantes.

Su infancia la pasó llena de responsabilidades de adultos y sin juguetes. Contó que, ya en su vida adulta, un día su hijo, el más chico, llegó del kinder y le regaló un jarrito.

Para doña Agustina eso representó los juguetes que nunca tuvo de niña, entonces les dijo al resto de sus hijos: ya no quiero que me regalen ropa, regálenme jarritos. Y fue así como llegó a tener más de 4 mil.

Doña Agustina no quiso decir cuál era su favorito. A todos los quería porque le maravillaba pensar que se acordaban de ella cuando andaban de viaje y le traían un recuerdo.

Sobre el paradero que tendrían sus juguetes cuando ya no estuviera, dijo que no le preocupaba porque ya los había disfrutado.

$!Un legado de amor y jarritos deja doña Agustina a sus descendientes.

No estamos seguros de cómo se le va a recordar a doña Agustina. Podría ser por su gran colección, por su lucidez al hablar pese a la edad, por la sazón de su comida, su café, o su generosidad, o por todo junto. Sería injusto tratar de encasillarla en una sola.

Lo que se puede decir sin miedo al error es que fue una mujer que vivió una vida basada en el amor y dejó huella en todo el que la conoció.

Fue una mujer que se dio a todo el que conocía y que hoy permanecerá en la memoria de quienes la vida les regaló la oportunidad de cobijarse bajo su generosidad.

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