Habitantes de Franja Zaragoza en Saltillo reciben el frío en sus casas de lamina con hogueras de leña

Las paredes de sus casas son cubiertas con cobijas, colchas y prendas de vestir; la hoguera de leña se enciende al centro y el café hierve.

El frío entra a sus casas de lámina donde el fuego vivo es lo único que los calienta.

Así reciben las gélidas temperaturas habitantes de la colonia Franja Zaragoza, donde sus techos humean con calentadores de leña para mantener el calor adentro de los tejabanes.

Mantienen sus casas calientes pero visten chanclas y sudaderas. Durante las noches, meten en botes a sus cuatros las brasas de madera con fierros encima “para que no les haga daño y se intoxiquen”, dicen.

Recolectan el hule y lonas de plástico de la industria o basureros, con eso cubren los techos y ventanas; colocan sus macetas en un rincón de la casa, guardan a sus mascotas bajo la cama y lavan la ropa solo cuando sale el sol.

“No hay más que la leña para calentarse en el día. Quitarse el frío, pide uno al fuego que el calorcito se quede en la casa porque las noches te congelas”, comenta María Elena Padilla, habitante del sector.

La mayoría de los vecinos tienen un calentador de leña para encender en fuego trozos de madera, cartón, palos de escoba, carbón y hasta hojas de tamal.

“Lo prende uno en ratos cuando está muy helado el aire, pero ya en la noche no hay forma de calentarse y pues ya que de perdido que el humo se quede adentro o la llama bajita”, expresó María Teresa Torres, otra de las habitantes de la colonia.

Por esta y más razones, la mayoría de ellos prefieren la temporada primaveral, el sol, las aguas frescas y los animales libres en el corral. El frío para los que viven en la periferia es puro sufrir, dicen los colonos.

En la periferia abundan las casas como las de doña María Elena o María Teresa, hechas de pedazos de madera, cartón y techos de lámina.

En estos lugares difícilmente se cuenta con los servicios básicos como agua, luz, pavimento y transporte, son zonas irregulares donde estas carencias se resolverían con el título de propiedad del terreno que habitan.

En colonias como la Héroe de Nacozari, Zaragoza 5 sector, La Gloria, y otras más los tejabanes son el común denominador; donde los niños para estudiar deben trasladarse a la casa de algún familiar que cuente con internet y televisión, si no, no hay forma de estar presente durante las clases a distancia; así transcurre la vida por estos lugares.