Habrían dado muerte a dentista por una confusión
Colegas, familiares y amigos del dentista de Torreón asesinado en Sinaloa, comenzaron a señalar que Gerardo Tueme Arellano habría sido confundido con el exsecretario de Seguridad Pública de Mazatlán, por lo que fue privado de su vida.
La semana pasada se informó que, en presencia de docenas de comensales y bañistas, un grupo de personas que comían en una palapa en una playa de Mazatlán fueron atacados a balazos por un sicario que dejó un saldo de una persona sin vida, el reconocido odontólogo torreonense.
La persona se acercó muy tranquilamente al grupo de personas que se encontraba en el lugar y frente a la Fiscalía del Estado, y al momento de estar a corta distancia apuntó su arma y disparó al grupo de personas, frente a varias familias, para después escapar del lugar, esto según el reporte de las autoridades.
La víctima fue identificada como Gerardo Tueme Arellano, de 56 años de edad, originario de Torreón, Coahuila, quien era un reconocido odontólogo en la región Lagunera y quien se menciona falleció al instante debido a que recibió un impacto de bala en la cabeza.
Al pasar los días, y con la reciente renuncia del exsecretario de Seguridad Pública, Juan Ramón Alfaro Gaxiola, se comenzó a señalar que habría sido por ese motivo el móvil del asesinato, esto luego de comparar las fotografías tanto del exsecretario como del odontólogo y las similitudes que tienen entre ambos.
El exsecretario habría presentado su renuncia luego de que en las últimas semanas se vio visto envuelto en polémicas por las denuncias que elementos de la corporación presentaron en su contra y que derivaron en una investigación ante el Órgano Interno de Control.
SE DESPIDEN EN REDES
Por otra parte, en redes sociales las despedidas al dentista señalando que era un hombre cordial, alegre y muy amistoso, además de ser alguien que imprimía alegría y valor a cada uno con los que convivía.
Señalaban que el también maestro de muchos, asistía a diversos congresos al año, además de las fiestas y convivencias con sus amigos.
El doctor Rafael de la Garza, socio y amigo del fallecido, señaló que “en más de 30 años, jamás lo vi enojado, hoy parte a la casa de Dios, un gran hombre de esos que dejan huella, me llama la atención cómo muchas personas me hablan para darme el pésame, sabían de la gran amistad, pero lo que pocos saben es que cuando un hombre da tanto a los demás su huella se queda para siempre”.
