Historias de terror de Saltillo: el Chamán del Ojo de Agua... y otros seres acuáticos
“Hay misticismo en torno a estas cosas, no nos debería extrañar que haya un monstruo que se come a la gente”, explicó el historiador Arturo Villarreal
Dentro de las muchas leyendas que rodean a Saltillo y en particular al templo del Ojo de Agua, se encuentra la del Chamán, un monstruo que se aparecía en el cerro, particularmente cerca del brote de agua.
El escritor, historiador y arquitecto saltillense Arturo Villarreal Reyes, explicó que la leyenda puede provenir de la mitología náhuatl que llegó a la región con los tlaxcaltecas.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Educación vial o multas? ¿Cuál es la clave para transformar la cultura de conducción en Saltillo?
Explicó que en dicha mitología se habla de un monstruo que se come a la gente y la pone bajo tierra como una representación de la muerte.
Agregó que respecto al Ojo de Agua, hay cierto misticismo mágico en torno a los cuerpos de agua como arroyos, lagos, ríos y estanques, no solo en la región sur de Coahuila sino en todo el mundo.
“Hay una magia respecto a los cuerpos de agua, cierto misticismo que se repite en el sur de Coahuila. Una leyenda que asocia los cuerpos de agua con un espíritu o ente como el Chan”, explicó Arturo para referir a otro monstruo en la región de La Laguna.
Además, describió que en Saltillo el monstruo tenía forma de “chamán vestido de pieles y pluma”, mientras que en Palmas Altas, cerca de la capital, “tiene una apariencia de niño pequeño” y en la Laguna es “un ser mitad hombre mitad animal”.
Villarreal agregó que los cuerpos de agua suelen tener este tipo de apariciones, pues por ejemplo la Virgen de Guadalupe está asociada “a un manantial de aguas milagrosas”, situación que se repite con la Señora del Rosario y la Virgen del Roble en Monterrey.
“Hay misticismo en torno a estas cosas, no nos debería extrañar que haya un monstruo que se come a la gente”, indicó el arquitecto y docente de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Respecto al Ojo de Agua, indicó que conjunta dos elementos del origen de una ciudad como lo son un cerro y un brote de agua, lo que explica en gran medida que haya leyendas en torno al cerro.
“A mí lo que me dijeron de chiquillo fue que se habían metido buzos y nunca salieron porque había un monstruo”, contó Villarreal respecto al Ojo de Agua.
COMENTARIOS