¿Jurassic quién? Descubren en Viesca, Coahuila, dos caracoles de agua dulce con características casi marinas
Investigadores de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez del Estado de Durango descubrieron dos nuevas especies de moluscos de agua dulce que habitaron el municipio de Viesca, en la región Laguna de Coahuila, en pozas parecidas a las de Cuatro Ciénegas, y que perecieron hace unos años por la desmedida extracción de agua en la zona.
Se trata de dos conchas de caracoles milimétricos: el Phreatoviesca spinosa y el Spinopyrgus luismaedai. Sus nombres provienen, en el caso del primero, del sitio de hallazgo, un mantfriáticoco, hasta donde no hubiera tenido acceso la humanidad. Y “luismaedai” fue dado en honor de Luis Maeda Villalobos, reconocido médico de la región Laguna, quien era ambientalista, filántropo y tenía quizás la mayor colección de caracoles de las pozas de Viesca.
Ambos nombres refieren al término “espino”, por las características de la concha del caracol, que tiene resaltadas formaciones que parecen espinas y que habrían servido para defenderse de depredadores, detalló el paleobiólogo Alexander Czaja.
Agregó que ambas conchas son de la especie de los gasterópodos subterráneos. Las conchas estudiadas fueron recolectadas durante julio de 2015 y noviembre de 2019 en dos sitios dentro del manantial “Túnel 7”. Como la mayoría de los otros 15 manantiales cerca de Viesca, este manantial comenzó a secarse durante la sequía de 1958-59, pero el área siguió siendo un humedal parcial hasta finales de la década de 1990.
“Son conchas muy, muy pequeñas, pero fueron muy características porque tienen espinas; normalmente no son muy comunes en caracoles de agua dulce, así que me fueron muy particulares por su morfología”, dio a conocer el paleobiólogo. La función ecológica de ambos caracoles era de limpieza del agua.
Phreatoviesca spinosa fue ubicado en 2021 en sedimentos depositados cerca de la salida de una cueva. El nuevo género se puede distinguir por tres características notables: un enrollamiento abierto prominente del último verticilo, ornamentaciones de la columna vertebral en forma de pala y una espina toscamente parecida a un panal de abejas.
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“Como solo se encontraron conchas secas, la nueva especie podría ya estar extinta. Sin embargo, en vista de la relativa reciente sequía del manantial, consideramos que Phreatoviesca spinosa posiblemente exista en los acuíferos de la región de Viesca o adyacentes a ella”.
Spinopyrgus luismaedai fue encontrado en el año 2022, también en depósitos de manantiales secos de Viesca, ubicados en un predio denominado “El Molino”, que estiman perteneció al período Holoceno tardío, que es la penúltima del período cuaternario de la era cenozoica, aproximadamente hace unos 11 mil años.
Alexander Czaja explicó que estas características morfológicas “casi marinas” son muy diferentes en comparación con todos los gasterópodos estigobiontes, es decir, de nula luminosidad y poco oxígeno, fósiles recientes conocidos de América del Norte.
Para el análisis morfológico, algunas de las conchas fueron fotografiadas y medidas en el Laboratorio de Biotecnología, Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) en Torreón, Coahuila, utilizando un microscopio electrónico de barrido de alto rendimiento.
“Es muy importante detectar estas extinciones para conocer la identidad que hubo y poder compararlas con lo que tenemos ahora, para también estimar las tasas de extinciones y darnos cuenta de la situación actual”, aseveró el investigador.
El paleobiólogo resaltó que este descubrimiento demuestra que sigue habiendo un gran potencial para descubrir más gasterópodos estigobiontes en estas grandes regiones inexploradas del norte de México.
