Ladrilleros queman llantas en Saltillo; vecinos se quejan de contaminación
Aunque la producción de ladrillos es una actividad que se desarrolla bajo circunstancias precarias, también es una actividad que brinda empleos a decenas de familias en Saltillo.
Esta actividad, según especialistas, es una fábrica de contaminación que afecta al medio ambiente y contribuye al deterioro de la salud de las personas.
Don José Guadalupe Belmares es un obrero que trabaja en una de las fábricas de ladrillos que se encuentra sobre la colonia Landín. Desde hace 40 años se dedica a la producción de loza y mosaico, además de otros productos de barro tile.
A decir del propio Belmares, los ladrilleros en Saltillo reciben un sueldo irregular por el trabajo realizado durante más de 12 horas al día, obteniendo su pago conforme a los pedidos de lotes de ladrillo producidos durante una sola jornada.
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“Nuestro sueldo va de los 300 a los 500 pesos, a veces por 7 horas, pero luego a eso hay que sumarle el trabajo de la quema de ladrillos, donde se te va mínimo toda la noche”, comenta el obrero en entrevista con VANGUARDIA.
Además pidió se considere que el trabajo de los maestros ladrilleros se lleva a cabo en condiciones complicadas, exponiéndose regularmente a los agentes contaminantes que se disipan durante la producción y horneado de los ladrillos.
“Durante la quema se van generando vapores contaminantes, nosotros usamos las llantas porque es el ingrediente que le da el color rojizo a los ladrillos, que así es como se venden;
“Si un ladrillo sale amarillo o café pues no nos los compran, nos los regresan; nosotros somos exportadores, todo el producto nos lo compra Estados Unidos”, explicó.
También dijo que los ladrillos deben someterse a un proceso de quema que va entre las 30 y 50 horas continuas en promedio y en ese lapso es necesario introducir combustible al horno para mantener el fuego.
QUEJAS DE CONTAMINACION
A través de una denuncia recibida por VANGUARDIA, vecinos de colonias aledañas a las ladrilleras de la colonia Landín se quejaron de las gigantescas columnas de humo negro que a diario oscurecen el cielo.
“Hay una ladrillera que de forma constante está quemando llantas para poder quemar los ladrillos, el olor es insoportable, la fumarola se aprecia desde distintas partes de la ciudad; hemos hecho reportes a la Policía Ambiental pero no toman la queja, ya no sabemos qué hacer”, comenta la denunciante.
AFECTACIONES A LA SALUD... Y AL AMBIENTE
De acuerdo con el especialista Carlos Caballero, ingeniero en Procesos de Desarrollo Sustentable, la producción de ladrillos de barro es una de las actividades más contaminantes y poco eficientes.
“Algunos de los contaminantes que se emiten son óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, dióxido de azufre, compuestos orgánicos, partículas menores a 10 micras y gases de efecto invernadero como el metano”, expuso el experto.
Según apuntó, todas las personas que se exponen a esos contaminantes tienen un horizonte de vida reducido debido a la aspiración de los combustibles tóxicos; algunos padecimientos que pueden desarrollarse son efectos a nivel pulmonar, así como consecuencias en el sistema nervioso central.