Dan de alta a paciente que cantaba en el piso de la muerte

Monclova
/ 19 junio 2020

Personal médico, de enfermería, camilleros y limpieza, le mostraron su afecto, cuando se enteraron de su egreso

Al ser dada de alta, el equipo multidisciplinario del “Piso de la Esperanza” del Hospital COVID, en Monclova,despidió a la paciente que cantaba, reconocida por entonar melodías rancheras y hacerle frente al coronavirus de esa manera.   “Me dices que tú ya no me quieres, que el mundo y los placeres te importan más que yo”, cantó de nueva cuenta María de la Luz Adame Elizondo, otro tema, mientras esperaba la hora indicada para marcharse a casa.   La especialista en terapia intensiva, Elizabeth Meza Cortez, responsable en turno del piso donde se atiende a personas infectadas por el virus, expuso que Adame Elizondo, les deja una enseñanza de fortaleza y buena actitud.   A decir de la líder del grupo que estuvo a cargo de su atención durante los 12 días que permaneció en el Hospital Covid, la paciente mostró mejoría, por eso se decidió su altay deberá atender, ahora en su domicilio, las recomendaciones médicas.     La “paciente que canta” ingresó con síntomas de la enfermedad el pasado 3 de junio; presentaba dificultad respiratoria y trombosis. Tras una prueba,  resultó positiva.    Personal médico, de enfermería, camilleros y limpieza, le mostraron su afecto, cuando se enteraron de su egreso. Se acercaban a ella para solicitarle una foto del recuerdo y en respuesta, les cantó “Besos y copas”.   “Lo primero que voy hacer llegando a mi casa es hacer una carne asada”, expresó al personal médico antes de marcharse.    Los integrantes del equipo Covid manifestaron que siempre la van a recordar como la señora que les alegraba sus jornadas laborales.

“FESTEJARÉ QUE ESTOY VIVA”   María de la Luz tiene 65 años de edad, es viuda, tiene tres hijos y el 1 de julio cumplirá años, por lo que piensa celebrar en grande y agradecer a Dios por su infinita misericordia.   Manifestó que siempre le ha gustado la música, cada tema le recuerda una época de su vida, como “Cien años”, de Pedro Infante, que es su tema favorito y le recuerda su juventud.    “Si piensas en cosas bonitas eso atraes, la música te ayuda mucho en ese aspecto”, enfatizó y recalcó que su mejoría se la debe en primera instancia a Dios y al profesionalismo y atención del personal del HGZ No. 7, donde recibió un trato de calidad y con calidez humana.

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