Muere hombre luego de tres días de ingresar a un anexo de Torreón
El cuerpo de Roberto Carlos fue trasladado al servicio médico forense para la realización de la necropsia de ley, con el objetivo de esclarecer las causas exactas de su muerte.
La muerte de Roberto Carlos Torres García, un hombre de 41 años, dentro de un centro de rehabilitación en el centro de Torreón, ha desatado una nueva ola de preocupaciones sobre las condiciones y el trato en estos establecimientos. Torres García, quien había sido internado por problemas de alcoholismo, falleció presuntamente debido a una convulsión, apenas tres días después de su ingreso.
El trágico incidente ocurrió la tarde del jueves en un anexo ubicado en la intersección de la avenida Aldama y la calle Juan Pablos. Según informaron los familiares, Roberto Carlos había sido ingresado con la esperanza de superar su adicción, sin embargo, sus expectativas se vieron truncadas por su repentina muerte.
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El personal del centro de rehabilitación fue quien notificó a las autoridades sobre la convulsión que aparentemente causó su fallecimiento. Los paramédicos de la Cruz Roja que llegaron al lugar confirmaron la ausencia de signos vitales en la víctima.
Elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal acordonaron el área, en espera de la llegada de la Fiscalía General del Estado, que se encargará de realizar las investigaciones correspondientes. El cuerpo de Roberto Carlos fue trasladado al servicio médico forense para la realización de la necropsia de ley, con el objetivo de esclarecer las causas exactas de su muerte.
Este lamentable suceso se suma a una serie de denuncias recientes sobre el maltrato y las condiciones inhumanas en algunos centros de rehabilitación en Coahuila.
El pasado 16 de junio, internos del Centro de Rehabilitación Jóvenes Triunfadores en Arteaga protagonizaron un motín, denunciando golpes, torturas y abusos constantes. Entre los testimonios más impactantes, se encuentra el de los internos que relataron ser quemados con gel antibacterial y obligados a bañarse con agua de una alberca contaminada.
Ante estas denuncias, la intervención de la Policía de Coahuila, la Policía Municipal y Protección Civil de Arteaga fue crucial. Uno de los presuntos responsables de estos abusos fue detenido, mientras que los padres de los internos acudieron al lugar para llevarse a sus hijos a casa, buscando protegerlos de más agresiones.
La muerte de Roberto Carlos Torres García y las denuncias de maltrato en otros centros de rehabilitación resaltan la urgente necesidad de una supervisión más estricta y una regulación efectiva de estos establecimientos.
Las autoridades y la sociedad civil deben trabajar conjuntamente para asegurar que los centros de rehabilitación cumplan con los estándares adecuados y ofrezcan un entorno seguro y propicio para la recuperación de los internos.